Cristina Kirchner, el nuevo pacto social y los verdaderos «choriplaneros»

Ante una multitud que la esperaba dentro y fuera de la Feria del Libro, incluso bajo la lluvia, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó su libro “Sinceramente”, recién editado por Random House Mondadori.
Durante su discurso de casi una hora, en un tono medido y reflexivo, alejado de las provocaciones y exabruptos, dejó una serie de definiciones generales sobre la producción de su texto y sobre el escenario político argentino, aunque evitando cualquier pronunciamiento electoral.

“Yo creo que es el aporte que puedo dar para que entre todos los argentinos y las argentinas podamos en serio construir algo diferente. Algo diferente a todo”, planteó en referencia a su libro. Y agregó: “El libro, lejos de plantear enfrentamientos o peleas, creo que es una interpelación. Una interpelación a todos. A las dirigencias políticas, sociales, empresariales”.

En ese sentido, durante su discurso brindó algunas definiciones sobre el mundo del trabajo que nos interesa rescatar. En primer lugar planteó la necesidad de establecer un nuevo “contrato social de ciudadanía responsable” que involucre a todos: “un empresario, un dirigente sindical, un intelectual, un operario, un cooperativista y el que tiene un plan de trabajo”. “Que el compromiso sea de todos”, insistió, dejando clara una perspectiva inclusiva, para minimizar el conflicto social.

Cuestionando las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno y un sector del empresariado, planteó la necesidad de apostar a, un desarrollo productivo y no meramente del área financiera, como en la actualidad: “Para que tu empresa gane más plata tienen que ganar todos y tienen que comer todos”. Luego amplió: «Es necesario que todos pongamos esfuerzo para generar trabajo genuino y que el compromiso sea de todos, obviamente, no hay mayor compromiso primero del Estado de generar las políticas y segundo de los empresario para generar ese empleo. No hay posibilidades en este mundo tan difícil que hoy tenemos de generar crecimiento económico sin mercado interno fuerte».

En este sentido debe entenderse su reivindicación de las políticas aplicadas por el presidente Donald Trump en los Estados Unidos: “La economía vuela en los EE.UU. tiene el índice de desempleo más bajo de los últimos 50 años. Algunos se dieron cuenta que tenían que generar trabajo industrial para volver a generar riqueza». «Sería importante que los que viajan tanto para allá en lugar de escuchar lo que le dicen, que imiten lo que hacen allá”, insistió en referencia a la necesidad de proteger la industria nacional y no abrir el mercado local indiscriminadamente.

Por último, la actual senadora de Unidad Ciudadana cuestionó el mote despectivo de “planeros” con el que un sector de defensores de Cambiemos suele referirse a los kirchneristas, explicando que cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner recibió como herencia un esquema que estaba aportando más de 2.300.000 planes sociales, para compensar la tremenda pérdida de puestos laborales derivada de la crisis del 2001. Pero que al entregar el gobierno en 2015, su administración había logrado reducir ese número hasta 200 mil, gracias a la creación de trabajo genuino. En cambio, el gobierno de Cambiemos duplicó esa cifra. “El Gobierno tiene más planes sociales que los que dejamos los choriplaneros”, ironizó para terminar.