Crisis textil acelerada: Algoselan suspendió a todo su personal y podría cerrar dos meses

Los 200 empleados de la textil Algoselan Flandria, con sede en Villa Lynch, se encuentran suspendidos desde el inicio del mes de octubre y las puertas de la fábrica cerradas como estrategia para evitar seguir pagando servicios mientras se acrecienta la crisis por acumulación de stock, ante el desplome de las ventas en el mercado interno.
La suspensión se planteó en principio por un mes, pero desde la empresa se dejó abierta la posibilidad de que el cierre de la planta sea incluso por 60 días. Durante el período de suspensión los trabajadores cobrarán un 87,5% de sus salarios regulares.

Es la tercera vez en el año que la textil recurre a estas suspensiones (aunque previamente se habían paralizado sólo algunos sectores y no toda la planta como ahora) lo que acrecienta la preocupación de los trabajadores respecto de una resolución que implique el cierre de las fuentes de trabajo, hoy atenazadas entre un incremento de costos que rompe todas las ecuaciones productivas (especialmente derivado del incesante aumento de las tarifas de servicios públicos) y una constante caída de ventas. Según la empresa, el gasto sólo en energía eléctrica supera los 2 millones de pesos, con otro tanto por el gas.

Carlos Forti, dueño de la textil, detalló: “Vamos a estar todo el mes parados, toda la fábrica completa, jerárquicos y no jerárquicos. Tenemos muchísimo stock y con los aumentos de tarifas que anunciaron se nos hace difícil. El mes pasado tuvimos un gasto en electricidad de 3.200.000 pesos. Si a eso le sumás un aumento estimado del 50 por ciento, es un millón y medio de pesos más. No lo podemos trasladar y preferimos esperar a ver si hay algún tipo de cambio, porque realmente las ventas son muy bajas. La idea es ganar tiempo. Le estamos pagando a la gente el 87 por ciento de sus sueldos. No hay mucha otra alternativa”.

Respecto de las perspectivas a futuro, el empresario no garantizó la continuidad laboral a mediano plazo: “Paramos un mes, trabajaremos el mes que viene y en diciembre veremos qué pasa. No queremos despedir gente, porque tenemos un buen equipo de trabajo y no queremos despedir a nadie. Recurrimos a esta metodología esperando que en algún momento pase algo distinto. Preferimos esperar hasta que las cosas se acomoden un poco y ver qué pasa más adelante”.

«El problema no es solamente del sector textil, sino de muchos otros sectores que están igual. Las pymes están en situaciones parecidas. Nosotros más cosas no podemos hacer, porque los telares son de última generación, la hilandería lo mismo. Más eficiente de lo que somos, no podemos ser. El tema es que si no tenés mercado, se complica. Lamentablemente no vemos nada distinto. Con los aumentos de tarifas que se siguen anunciando el poder adquisitivo no va a poder reactivarse. Consultamos con algún cliente que no podía pagar, que nos quería dar cheques en enero. Pero la tasa es del 100 por ciento. ¿Qué margen de utilidad tiene que tener para pagar una tasa del 100 por ciento? La situación es realmente muy compleja», explicó Forti. «En 40 años, nunca vi una cosa parecida, aunque pasé un montón de cambios económicos», concluyó.