Los supermercados días, propiedad de un grupo empresario español, enfrentan una profunda crisis en nuestro país producto del aumento de costos y la fuerte caída de ventas durante 2018. Se estima que sus pérdidas del año pasado sumaron casi 400 millones de dólares.
La cadena de distribución, con fuerte presencia en Argentina y Brasil, además de en España y Portugal, ha perdido un 90% de su valor en bolsa desde enero, mientras los principales accionistas se encuentran inmersos en una fuerte guerra empresarial luego de la OPA por el total de las acciones presentada por el multimillonario ruso Mikhail Fridman, que hoy posee el 29% del capital accionario.
En el marco de un fuerte proceso de endeudamiento, que ya a fines del año pasado superaba los 1.400 millones de euros (37% más que en 2017), la agencia calificadora Standard and Poor’s rebajó la nota crediticia de Día a CCC+ (vulnerable a impago) y destacó que “sin una financiación en tiempo y hora” la empresa afronta “un fuerte riesgo de falta de liquidez en los siete próximos meses”.
La persistente crisis económica en los principales países de América del sur ha acelerado la crisis de la empresa, que en los últimos seis meses ya cambió a tres CEOs. La empresa, que cuenta con unas 900 sucursales en nuestro país, también enfrenta numerosos juicios de sus franquicias (casi el 70% de sus bocas de expendio), multiplicados en un contexto de caída de ventas que en 2018 alcanzó el 39%.
Después de anunciar el despido de 2100 empleados y el cierre de hasta 300 sucursales en España, se especula con posibles despidos en Lationamérica, aunque todavía no hay confirmaciones. Día llegó a nuestro país en 1996 y comenzó un proceso de expansión que la llevó a tener presencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Jujuy.
