En el marco de la creciente tensión entre el Gobierno Nacional y la Unión Industrial Argentina (agudizada en los últimos días por el anuncio oficial de reducción de impuestos a las importaciones), se confirmó que ni el presidente Javier Milei ni su ministro de Economía Luis Caputo participarían del evento anual de la entidad industrialista, que denuncia el impacto negativo de las políticas oficiales sobre el entramado productivo, especialmente en lo que hace a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).
La UIA realizará este martes su 30º Conferencia Industrial, con un cierre a cargo del titular de la entidad, Daniel Funes de Rioja (cuestionado por numerosos sectores, especialmente PyMEs, por su cercanía con el oficialismo). Los cuestionamientos de la UIA vienen apuntando sobre todo a la necesidad de bajar impuestos a las empresas, para poder competir de igual a igual con productores del extranjero.
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El propio Funes de Rioja aclaró en declaraciones recientes que no buscan medidas “proteccionistas” si no políticas hacia las empresas que permitan competir “de igual a igual” con las importaciones. “Si hay fenómenos de apertura irracional e indiscriminada, vamos a ir señalándolos. Nos preocupa la llegada de una ola importadora, y hay que atajar rápidamente el aspecto tributario”, remarcó el dirigente industrialista.
En este contexto de crecientes tensiones, este lunes además el Gobierno confirmó su decisión de eliminar el Impuesto PAIS para una creciente cantidad de productos de importación, lo que golpeará duramente a grandes sectores de la industria nacional (particularmente en lo que hace a electrónicos y electrodomésticos de línea blanca). Según datos que maneja la UIA, las políticas oficiales vienen generando en el último año el cierre de por lo menos 10 mil PyMEs y la pérdida de más de 30 mil puestos de trabajo.
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En este escenario, más facilidades para las importaciones podría generar una “segunda ola” de cierres y despidos. El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato advirtió que se encuentran en riesgo por lo menos otras 25.000 empresas y más de 300.000 puestos de trabajo, especialmente en rubros como el textil, el del calzado, el de los bienes de capital y el metalúrgico, entre otros.
Luego de estos anuncios, la confirmación de que ni Milei ni Caputo participarían del evento industrialista (confirmando sólo la presencia del secretario Coordinador de Producción Juan Pazo) no hizo más que profundizar las críticas del sector productivo, que viene denunciando que el plan económico oficial sólo beneficia a los bancos, algunas empresas de servicios y a las grandes empresas manufactureras, mientras que el sector PyME, mayormente enfocado a un mercado interno diezmado por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, viene denunciando hace meses incluso dificultades para cubrir el pago de salarios.
