Garbarino, la cadena de venta de artículos para el hogar, está abonando el sueldo de sus empleados en cuotas debido a una intensa crisis financiera. Tras depositar la primera mitad de febrero hace una semana, este lunes completó el pago para tranquilidad de sus 4300 empleados que están distribuidos en 152 sucursales de todo el país.
La elevada inflación, el aumento de los costos fijos y una abrupta caída de la demanda constituyen factores que limitan las finanzas de la compañía, que se vio obligadas a pagar salarios por partes. “La compañía está con un problema de liquidez y para no retrasar más el pago de los salarios de los empleados decidió abonar la mitad de los sueldos y trataremos de anunciar que en breve, cuando se cancelará el resto”, indicaron fuentes de la compañía.
Esta situación no es ajena a la que atraviesan otras firmas que se ven obligadas a suspender personal, o echar empleados, para ajustar sus balances. Por si fuera poco, el Gobierno elevó la tasas de interés para contener al dólar y eso dificulta el acceso al crédito, en tiempos en los que la cadena de pagos está rota.
Por si fuera poco, no se prevén mejoras de la actividad económica: Para 2019, Kantar y Ecolatina estiman que el consumo masivo tendrá otra caída, del 1,5 por ciento, como resultado de variaciones negativas del 6,2 y 3,1 por ciento para el primer y segundo trimestre, respectivamente, y una leve recuperación de un 1,2 por ciento que llegaría hacia el tercer trimestre. “En los primeros meses del año el escenario será muy parecido al de finales de 2018: un comprador que estira la recompra, cambia de marca y está muy atento a las promociones”, establecieron.
