En el marco de una grave crisis económica, en la que la venta de autos cayó en un año 56%, General Motors tomó la decisión de suspender a 2500 trabajadores de su planta de Alvear, Rosario, ante la falta de demanda y el sobre stock de unidades.
Precisamente, la compañía le informó a sus trabajadores que la fábrica de Santa Fe estará cerrada del 15 de junio al 15 de julio. En el lapso de tiempo mencionado, los 1500 operarios directamente afectados por esta problemática verán en sus cuentas bancarias el 70% de su salario en el tiempo mencionado. La medida cuenta con la anuencia de SMATA.
Ante este panorama, el secretario general de Smata Rosario, Marcelo Barros, contó que no es la primera vez que se aplica esta medida por la baja en las ventas y explicó que si bien ni el gremio ni los trabajadores están de acuerdo con la decisión, accedieron a esa negociación “para evitar que los trabajadores queden fuera del sistema de trabajo».
La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) también dio su punto de vista, estableciendo que la paralización por un mes de la planta de General Motors en Alvear y la suspensión de todo su personal durante ese período, expresa “el pésimo presente de la industria automotriz nacional y tendrá fuerte impacto en la zona sur de la provincia, ya castigada por la caída en los niveles de producción de muchos nichos industriales”.
“El modelo está afectando con dureza a la industria nacional, con un efecto dominó sobre la creación de empleo. Menos industria, es menos trabajo y por ende menos integración social”, concluyó la entidad industrial.