Córdoba: Luz y Fuerza decretó un paro por la liberación de sus detenidos tras la represión policial

Después de una gran movilización del sindicato de Luz y Fuerza cordobés en reclamo por una actualización salarial, que culminó con una fuerte represión policial, el gremio anunció un paro por tiempo indeterminado hasta la liberación de los compañeros arrestados.

Los trabajadores del gremio eléctrico reclamaban por una actualización salarial que compense las pérdidas de 2018 y 2019, cuando tuvieron recomposiciones muy por debajo de la inflación. La grave devaluación posterior a la debacle electoral del oficialismo en las PASO agravó aún más la situación de pérdida de poder adquisitivo, por lo que se decidió movilizar para exigirle al gobierno provincial de Juan Schiaretti un aumento urgente de los salarios.

El secretario general de Luz y Fuerza, Gabriel Suárez, anunció este viernes por la tarde un paro por tiempo indeterminado, con “guardias mínimas” y sin afectación del servicio, hasta que liberen los entre 9 y 12 detenidos “injustamente” durante la marcha gremial. Uno de los detenidos es Héctor Tosco, hijo de Agustín “Gringo” Tosco, histórico dirigente del Cordobazo e integrante de la comisión directiva del gremio. Otros detenidos son Luis Calderon, Daniel Ahumada, Camilo Narciso, Javier Diaz, Luis Sánchez, Enrique Caceres y Lucas Escudero.

El choque entre la columna de trabajadores de Luz y Fuerza y las fuerzas policiales se produjo en la esquina de las calles Tablada y Sucre de la capital cordobesa, cuando la Policía impidió el avance de las columnas hacia la sede de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC). La represión contra los trabajadores incluyó golpes, gases y hasta el uso de balas de goma por parte de las fuerzas de seguridad, quedando numerosos manifestantes heridos.

El secretario General de Luz y Fuerza, quien durante la represión también resultó herido con una bala de goma en la cabeza, detalló: “Cuando yo llego con intención de entregar un petitorio, veo que se genera una represión totalmente desmedida. Lo que más me preocupa y lo que no concibo es que apuntaran a la altura de la cabeza, a los ojos”.