Finalmente en la sesión de este jueves, el Senado de la Nación convirtió en leyes varios proyectos que llegaron de diputados con media sanción. La aprobación generó una importante crisis en el Gobierno nacional, que se oponía a esas iniciativas pero que por el conflicto que sostiene con los gobernadores no pudo impedir su tratamiento en la Camara Alta. En este sentido, el presidente Javier Milei no sólo acusó a la presidenta Victoria Villarruel, titular del Senado, de “traidora” sino que anticipó su decisión de vetar las leyes aprobadas por considerar que ponen en riesgo el “equilibrio fiscal”.
Entre las leyes votadas se encuentran la que modifica la Ley de Administración Financiera 11.672 para que los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) se distribuyan de manera diaria y automática a las provincias, integrándolos explícitamente a la masa coparticipable. El otro proyecto aprobado elimina seis fondos fiduciarios: el de Infraestructura Hídrica, el de Transporte, el de Sistema Vial Integrado, el Compensador del Transporte, el de Desarrollo Eléctrico del Interior y el Nacional de la Vivienda. Más allá de los recursos vinculados al impuesto a los combustibles líquidos, todo el resto pasará a distribuirse según lo establecido en la Ley de Coparticipación Federal 23.548. Estos proyectos contaron con el acuerdo de los 24 gobernadores.
También se aprobó por unanimidad la iniciativa que establece un aumento de emergencia de 7,2% para los jubilados (lo mismo que la actualización del bono extraordinario para los haberes mínimos, congelado en 70 mil pesos hace más de un año), la que restableció por dos años la moratoria previsional, que le permite jubilarse a trabajadores y trabajadoras que no tengan sus aportes completos (derogada por el gobierno de Milei). Además se votó la ley que define la emergencia en discapacidad hasta fin de 2026, un área particularmente atacada por el Gobierno de La Libertad Avanza y la ley de declaración de emergencia y zona de desastre para Bahía Blanca y Punta Alta (un proyecto recientemente vetado por el Gobierno) en el marco de la que se crea un fondo de 200 mil millones de pesos y se permite destinar fondos especiales por 180 días para enfrentar las gravísimas consecuencias de las inundaciones que devastaron la zona.
Además del intento de impugnación de la sesión por legisladores libertarios, el propio Presidente se refirió a las votaciones en un discurso por el 171° aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cuando advirtió va a “vetar” o “judicializar” los proyectos aprobados y, sin nombrarla, definió a Villarruel como «traidora» (y al Congreso como una “madriguera inmunda” habitada por “degenerados fiscales”): “Vamos a vetar y si se diera la circunstancia de que el veto se caiga, lo vamos a judicializar. Y si se diera el peor de los casos, que de repente la Justicia tuviera un acto de celeridad, aun así el daño que podría causar sería mínimo. Sería solamente una mancha de dos meses, que el 11 de diciembre la vamos a revertir. Como verán, la política del superávit fiscal es permanente”.
Además del golpe propinado por el Senado, en los próximos días el Gobierno podría recibir otro similar por parte de Diputados, que ya aprobó dictámenes para aprobar una ley de Financiamiento universitario y dictar la emergencia pediátrica, por la situación de desfinanciamiento y conflicto en el Hospital Garrahan.