La conducción del gremio de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), aseguró a través de un escrito que “las obras no contagian” algo que se encuentra en plena contradicción en la Ciudad de Buenos Aires, una jurisdicción que, en contra de un decreto nacional que prohíbe la escuela presencial, mantiene sus puertas abiertas alegando que “ en las aulas no se producen contagios”.
En ese sentido, frente a la restricción de las obras de mayor envergadura en territorio porteño hubo rechazo gremial a la decisión que impide “el funcionamiento de las obras que superen los 2.500 metros cuadrados, lo que impacta en los puestos de trabajo”.
Por ese motivo, la comisión directiva de la UOCRA emitió un documento con el explícito rechazo y afirmó que esa disposición impacta en los puestos laborales de cientos de miles de trabajadores por lo que exigió que la medida tenga carácter “transitorio”.
De hecho según la apreciación de la UOCRA “con un transporte privado asegurado por las empresas para el personal de las grandes obras, dando cumplimiento a los protocolos y un reducido índice de contagios en el sector, es posible asegurar hoy que las obras y los proyectos no contagian”.
Para la Uocra, es necesaria una “inmediata revisión” en la duración de la medida para protección del empleo y el salario, en un contexto de crecimiento de la pobreza y de la indigencia, remarcaron, a la espera de una pronta respuesta satisfactoria, donde los espacios políticos y mediáticos sólo se abocaron a la disputa por la presencialidad en las escuelas y pasaron por alto el resto de las restricciones que “ponen en peligro” a sectores laborales que mueven la dinámica de la economía doméstica.