Aunque no lo ha manifestado en sus redes sociales como lo hace generalmente, el secretario general de la CGT, Héctor Daer, -según se supo en su círculo íntimo- «no estaría de acuerdo» en el pago en cuotas del aguinaldo de junio en el sector privado como si lo hará el Estado Nacional.
Esta negativa a ceder, tiene que ver con que, por ley, la esencia del Salario Anual Complementario es ser pagada en tiempo y forma, al igual que los sueldos de los trabajadores. Por lo tanto, en algunos despachos negaron que ya «se esté llevando adelante una negociación con los industriales para fragmentar el pago», aunque desde el sector empresario advirtieron que «sin ayuda estatal, para un gran sector, sobre todo, las PyMEs, afrontar ésta erogación en los próximos días, será imposible».
Contrariamente, Carlos Acuña, el otro secretario general de la CGT, acordó con los empresarios de Estaciones de Servicio, fraccionar el cobro del medio aguinaldo en dos tramos, el primero a comienzos del mes de julio y el segundo en agosto, dada la crisis del sector, que aunque ha permanecido funcionando durante el aislamiento social decretado el 20 de marzo, ha sufrido una caída en las ventas cercana al 80%.
De todos modos, y pese a éste antecendente, no está todo dicho y seguramente se diferenciará sector por sector, y la CGT es consciente de ello, más allá de que no dé un aval oficial ni abra ninguna puerta de negociación oficial para el pago en cuotas.
Al respecto, también habría que marcar una importante diferenciación entre los trabajadores esenciales y no esenciales, pues en el caso de los primeros, nunca dejaron de prestar servicios, exponiéndose doblemente en medio de la pandemia.
Seguramente diferente será la situación de aquellos que no pudieron abrir sus puertas o pudieron hacerlo hace muy pocos días, de aquellos que siempre permanecieron funcionando, aun a riesgo de un retroceso a Fase1 en la zona del AMBA, producto de los números crecientes de contagio.