Los problemas que acarrea el recorte de la obra publica que está realizando el Gobierno afectan gravemente al empleo. Por caso, en el último trimestre la inversión en el área cayó un 44% en el segundo trimestre del año. El tema generó malestar en la Cámara de la Construcción, que pidió declarar la «emergencia» en el área.
Los números son elocuentes: de acuerdo a la Oficina Nacional de Presupuesto (OPC), que dirige Marcos Makón, en el segundo trimestre de este año se ejecutaron $41.984 millones (el 0,20% del PBI) en inversión pública. En el mismo período de 2018 esa ejecución alcanzaba los $47.827 millones (el 0,33% del PBI).
Cámara de la Construcción pidió declarar «emergencia» en la obra pública
La cámara que nuclea al sector, Camarco, ya hizo pública una carta dirigida al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich pidiendo su “personal intervención” en el tema y reclamándole medidas para salvar a las contratistas. Para la construcción, el aumento del 25% del dólar después de la debacle electoral del oficialismo implicó una nueva ruptura en la cadena de pagos y la imposibilidad de acceder a buena parte de los insumos (con precios inciertos debido a las fluctuaciones de la divisa estadounidense), lo que se tradujo en una severa falta de materiales que podría desembocara en una paralización de la actividad.
En las provincias la situación cobra mucha relevancia, tal como indica Rubén Llenás, gerente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) Delegación Rosario, que dijo que «la caída de las licitaciones nos preocupa porque representa la pérdida de esa continuidad laboral para las empresas y los obreros. Un 25 por ciento de ellos están afectados a la obra pública».
Carlos Cárdenas, secretario general de Uocra en la provincia de Jujuy, mostró su preocupación en tiempos verdaderamente recesivos: «Nosotros no somos ajenos a la inflación, a la desocupación, al impacto económico negativo que ha tenido para los trabajadores, para la sociedad, vivimos la misma realidad que vive todo el mundo. Se ha profundizado la falta de obras públicas que es lo que marca el termómetro de cómo está la economía en una localidad, en una provincia, en el país».
«En este momento en la provincia hay muchas obras que se están paralizando, muchas que han bajado su ritmo de trabajo por falta de pago, a través del Instituto de Vivienda que no viene cumpliendo con el pago de certificados a las distintas empresas que están afectadas a la construcción de viviendas, una política de gobierno de anticipar muchas obras que no se realizan», explicó el referente gremial.
El panorama se replica en otras provincias mientras las cifras que da a conocer el INDEC muestran que el desempleo alcanzó el 10,1% y hay 2 millones de desocupados, con un fuerte crecimiento de los sub ocupados, un ítem que pasó del 9,8 al 11,8%. Suman así 2.250.000 personas que trabajan menos de 35 horas semanales, aunque están dispuestos a trabajar más. Son 420.000 más que un año atrás.