El Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) continúa con el paro general lanzado el pasado lunes 6, pero ahora sumó el bloqueo a las plantas procesadoras de langostino en Puerto Madryn, Puerto Deseado y Caleta Olivia, en rechazo a la intención patronal de revisar los convenios salariales en el marco de la emergencia sanitaria nacional. Según las cámaras empresarias del sector, la medida de fuerza pone en riesgo la temporada de pesca del langostino y podría implicar la quiebra de empresas pesqueras y una pérdida para el país de cerca de 500 millones de dólares derivados de las exportaciones del producto.
El gremio afirma que la intención empresarial es «aumentar los márgenes de ganancia disminuyendo salarios y reduciendo en un 40% los valores establecidos para producción en congeladores, mientras intentan avasallar un convenio clave en la actividad pesquera». La medida de fuerza recibió un claro apoyo desde la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA), que conduce Juan Carlos Schmid, quien aseguró qeu la Federación «expresa toda su solidaridad con los marítimos nucleados en el SOMU, quienes están enfrentando la ofensiva de los empresarios pesqueros que pretenden rebajar salarios» y cuestionó a «los empresarios realizaron la semana pasada un «lockout» patronal ante la negativa de los tripulantes de aceptar modificaciones en el porcentual de captura».
Por su parte, la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA.), el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) hicieron público un comunicado en el que repudiaron la decisión del gremio y llamaron a retomar el diálogo para encontrar una salida viable. “La respuesta a la situación del langostino debe ser más diálogo, una mayor responsabilidad y compromiso, y no actitudes que intentan promover el caos social, desabastecimiento y alimento que se desperdicia. Ya se bloquearon 34 camiones, 500.000 kilos de langostino que debieron tirarse a la basura”, denunciaron desde las empresas.
El eje de la disputa con el gremio pasa por la intención empresarial de revisar el salario de los trabajadores del sector, que por un acuerdo del año 2006 se encuentra atado a la cotización internacional en dólares del langostino. En la actualidad, para calcular los sueldos de los trabajadores del barco pesquero congelador de langostino, que pueden llegar a más de 300 mil pesos mensuales, se utiliza el valor fijado en un acuerdo de 2006, cuando el precio internacional del kilo de langostino exportado era de 10 dólares. Pero en los últimos 3 años, aumentó la pesca del crustáceo y se multiplicó a nivel internacional la variedad de cultivo, lo que hizo bajar el precio promedio a 4,70 dólares. Apoyándose en eso, las cámaras empresariales plantean la necesidad de actualizar la liquidación con “un valor del langostino más en sintonía a los precios del mercado internacional, y no a valores de hace 14 años”.
Avanza la discusión por los bonos para suplir las atrasadas negociaciones salariales
Fernando Álvarez, presidente de Continental Armadores de Pesca S.A. (CONARPESA, que tiene 22 barcos langostineros y emplea a unas 1300 personas), detalló: “Veníamos hablando vía Zoom con el Ministerio de Trabajo que nos pidió a ambas partes analizar una propuesta. Eso fue un viernes, y al lunes siguiente -6 de julio- la respuesta del SOMU fue decretar un paro general”. “En un país en el que todo el mundo la está pasando mal, estos señores (por el SOMU) provocan la pérdida de alimento y la pérdida de la temporada de pesca”, denunció.
Según el dirigente, “con el valor que exige el SOMU, nosotros que somos grandes productores perderíamos 500 millones de pesos, es algo inviable, no hay manera de sostener la actividad de la empresa con esos valores. Así y todo, con la propuesta que estamos llevando adelante con las cámaras empresarias, perderíamos 170 millones que es lo hoy se pierde por estar inactivos por el paro y el bloqueo”.
Eduardo Román, gerente de CAPeCA, explicó: “La realidad es que en marzo las empresas del sector iniciamos el diálogo con el sindicato para explicarles que debíamos revisar el precio de referencia porque para las empresas seguir con el valor de 10 dólares es un precio de quebranto, pero de manera unilateral cerraron el diálogo y fueron al conflicto”. El empresario aseguró que la propuesta de reajuste realizada no implica una “rebaja salarial”, como denuncia el gremio: “Es mentira que un nuevo acuerdo implique una baja del sueldo, es más, estarían ganando entre un 5% y 10% más en pesos que el año pasado”. Vale la pena aclarar que la evolución inflacionaria en en el último año en el país es de casi un 40%, por lo que los trabajadores estarían perdiendo casi 30 puntos contra la evolución de los precios.
Este lunes las pesqueras de Puerto Madryn incluso denunciaron al gremio ante la Justicia federal por el bloqueo de plantas, afirmando que hay casi 50 toneladas de langostino en riesgo de pudrirse por el corte de ruta en el acceso al parque pesquero. CAPIP aseguró que no se puede impedir el libre tránsito y afirmó que la medida no solo viola un derecho constitucional sino que además afecta la actividad laboral de otros sectores. En este sentido, también el Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria (STIA) le reclamó al SOMU que permitan el ingreso de la pesca a las plantas, porque con la medida de fuerza ponen en riesgo el trabajo de cerca de tres mil operarios del sector.
La situación es grave porque la temporada de langostino que comenzó el pasado 18 de junio en general se extiende hasta mediados de octubre. En la modalidad de pesca del langostino para congelar, cada uno de los 100 barcos langostineros es una verdadera fábrica flotante que procesa la pesca a bordo y la congela, quedando lista para exportar.
Las cámaras proponen retomar el diálogo iniciado con el Ministerio de Trabajo, sumando a los gobernadores de Chubut, Santa Cruz y Buenos Aires, las tres provincias afectadas por la medida de fuerza del SOMU. Si bien fuentes gremiales del puerto de Mar del Plata aseguran que no implementarán cortes como los de Madryn, están realizando distintas movilizaciones de protesta y se mantienen en alerta “en defensa de los convenios colectivos de trabajo”.