Con negociaciones salariales «estancadas» en las empresas de energía, APSEE se declaró en Estado de Alerta

En plena discusión con las distribuidoras de energía eléctrica por la prestación de un servicio que desde el gremio consideran «deficiente», la Asociación de Personal  Superior de Empresas de Energía (APSEE), se declaró en Estado de Alerta, debido al reclamo de actualización salarial, una negociación que está “estancada” desde hace meses.

Ante las tratativas llevadas adelante por la Comisión Directiva del gremio para obtener la recomposición salarial correspondiente al vencimiento paritario del mes de febrero, continúan recibiendo negativa, bajo el argumento de “no estar en condiciones económicas para hacer frente a la negociación” sin ofrecer “ninguna alternativa”.

Desde APSEE aclararon que la medida no implica “afectar el servicio público en un momento sumamente difícil”, producto de la pandemia, pero solicitaron «por escrito» la intervención del Ministerio de Trabajo para que “convoquen”  y “exijan” a las empresas a cumplir con los tiempos paritarios  y advertir además que “si no están en condiciones de actualizar salarios,  menos aún de invertir en las áreas afectadas”.

Así, una vez más el gremio que encabeza Carlos Minucci, denuncia la mala prestación del servicio producto de años de desinversiones y señalan que las empresas  “no dan nada”, mientras unas “intentan vender edificios, otras nos venden las sillas para que realicemos el trabajo” refiriéndose al desguace y al vaciamiento de las empresas del sector.

Esto lo atribuyen a los 28 años de privatización, donde se “redujo la poca inversión que realizaban, diezmaron los planteles canjeando capacidad por contratistas y personal excluido de convenios, disminuyeron los salarios, impusieron la inequidad y la injusticia para bajar costos”, denunció el dirigente gremial.

Ante la situación actual, la entidad sindical, recordó su nacimiento en el año 1958, -bajo la presidencia de Arturo Frondizi-  en función a la grave crisis que se vivía, el deficiente estado del parque de generación de las redes de distribución eléctrica y de los equipos e instalaciones provocados por la falta de inversión, que llevó a la creación de la empresa Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires S.A. (SEGBA)

Esta decisión fue considerada por Carlos Minucci como “un hecho esencial en la superación de esa crisis” que conllevó una “fuerte inversión por parte del Estado, generando una expansión en todos los órdenes empresariales y laborales, fomentando nuevos proyectos y una masa crítica de personal altamente capacitado y profesionalizado, lo cual le permitía responder a las exigencias de eficiencia y eficacia en la prestación del servicio público”, algo así como un modelo de Empresa al servicio de la comunidad”.

La empresa, según la experiencia del propio Minucci, era pionera “en formación interna” a través de su Centro de Capacitación en González Catán, “tenía Escuela Secundaria Técnica sobre la especialidad eléctrica donde los jóvenes estudiantes recibidos ingresaban a la Empresa a perfeccionar sus conocimientos e iniciar su carrera”, sumado a que “los avances individuales en las mismas se realizaban a través de publicaciones internas de vacantes garantizando que avanzaran los más capacitados y así acompañar muchas decisiones políticas, técnicas y laborales que conformaban, lo que era visto como “una gran familia”.

Ese parecía ser el secreto de los equipos y planteles de trabajadores y trabajadoras que “hacían verdad que la electricidad es un servicio público”,  el ADN que reclaman desde APSSE  y no “lo que venimos soportando los trabajadores y trabajadoras del sector en la actualidad”, donde también los usuarios son víctimas de ésta situación, denunciada con fuerza también por un grupo de intendentes del conurbano que realizaron una presentación en el ENRE a fin de dar respuesta a un servicio ineficiente que multiplica por éstas horas los cortes de servicio, particularmente en las urbes más populosas del Gran Buenos Aires.