Este viernes el jefe de Gabinete Guillermo Francos confirmó que el próximo 30 de septiembre recibirá a dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) en su despacho de Casa Rosada para intentar aliviar las tensiones crecientes entre el Gobierno nacional y las centrales gremiales, en un marco de profundización de la crisis económico-social, con niveles de pobreza e indigencia históricos, desplome de la producción y las ventas y desempleo creciente.
El inicial intento de diálogo con la central obrera por parte del oficialismo se frustró después de que el Gobierno comenzara a reglamentar la reforma laboral aplicada en la Ley Bases sin tomar ninguna de las sugerencias gremiales. Además, en las últimas semanas se profundizó el conflicto con los gremios estatales (a los que se le ofreció una recomposición salarial del 3%), con las nuevas reglamentaciones laborales, con el veto a la reforma jubilatoria, con el proyecto de privatización de Aerolíneas Argentinas y con el conflicto universitario, entre otros temas de disputa.
En ese marco, la CGT confirmó su participación plena en la llamada Marcha federal universitaria, programada para el próximo 2 de octubre (en la que se repudiará el anticipado veto presidencial a la nueva ley de Financiamiento Universitario) y desde la Mesa Nacional del Transporte, conformada por la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión de Gremios del Transporte (UGATT), anticiparon un plenario para el 8 de octubre en el que podrían definir un paro nacional de transporte para el 17 de octubre, que sería de gran impacto en la ciudadanía.
El encuentro, con “agenda abierta”, está programado para el lunes 17 pero desde la CGT no confirmaron que dirigentes serán parte de la comitiva, un tema clave considerando que en encuentros anteriores no participaron referentes del sector más combativo, especialmente los ligados a la Corriente Federal o al Frente Sindical.