Con el respaldo de todo el arco sindical, Alberto Fernández asume la conducción del PJ y busca dar una señal de equilibrio en la coalición de Gobierno del Frente de Todos donde las internas, muchas veces son responsables de marchas y contramarchas que el mismo presidente intenta terminar.
Desde aquel 17 de octubre, día de la Lealtad, en que el movimiento obrero propuso al presidente de los argentinos, como futuro titular del PJ Nacional, hubo un convencimiento unánime de que él era la expresión de lo que el sindicalismo también intenta llevar adelante: un pacto de unidad, que, si bien, en la realidad, resulta por momentos lejano, es un viejo sueño, detrás del que se pronuncian todas y cada una de las individualidades que lo integran.
Además, la clave está en que la lista de los candidatos para integrar el Consejo Nacional del Partido Justicialista incluye una nutrida lista de representantes sindicales que, junto a funcionarios del Gobierno nacional, gobernadores, intendentes y referentes de movimientos sociales y del PJ provincial completan la nómina.
La lista denominada «Unidad y Federalismo», presentada ante la Junta Electoral partidaria incorporó por ejemplo al titular de la CGT, Héctor Daer, Pablo Moyano, Hugo Yasky, Víctor Santa María, Antonio Caló y Ricardo Pignanelli, todos sindicalistas de distintas extracciones que «convivirán» dentro de la larga lista de 75 integrantes.
Que el mismo presidente sea el «jefe» del partido que dio nacimiento al movimiento sindical argentino, no sólo tiene raigambres históricas, sino un fuerte contenido ideológico y de impulso de políticas «peronistas» que apunten a «mejorar las condiciones laborales, regularizarlas, sostener las fuentes de empleo o recomponer los deprimidos salarios de los trabajadores».
Fernández asumirá formalmente la conducción del PJ Nacional, con el apoyo de la CGT pero también con el respaldo de los gobernadores peronistas, el kirchnerismo, el peronismo bonaerense y La Cámpora. Lo hará en un acto que tendrá lugar este lunes, a las 18, en el Club Defensores de Belgrano, en Núñez, hasta donde llegarán los principales ministros del Gabinete, los mandatarios provinciales, intendentes bonaerenses, legisladores y referentes sindicales para darle continuidad a la gestión de José Luis Gioja, quien luego de 5 años, le cederá la conducción del partido.
Falta definir la conducción en la provincia, aunque todo indicaría que el próximo 2 de mayo será Máximo Kirchner quien se imponga en el PJ bonaerense, sobre Fernando Grey o Alberto Samid que aún no han declinado sus pretensiones de ocupar ese lugar, aunque el hijo de los ex presidentes parece ya tener su suerte echada y ser parte de éste equilibrio, que un sector del arco sindical también comparten sin objeciones, sobre todo, la Corriente Federal y el moyanismo.