El próximo 14 de noviembre vence el decreto 566 que estableció el congelamiento de los combustibles y el petróleo crudo para el mercado interno por tres meses, firmado por el presidente Mauricio Macri durante la corrida cambiaria que sucedió a la debacle oficialista en las elecciones primarias de agosto.
Según trascendió, la Secretaría de Energía no establecerá nuevas restricciones de precios para garantizar una transición gradual, por lo que se espera un fuerte aumento de hasta un 15%, aunque para algunas petroleras la brecha entre los precios actuales en el mercado interno y los internacionales supera el 20%.
Desde la cartera encabezada por Gustavo Lopetegui sí se analiza la posibilidad de conceder un aumento parcial antes de que llegue la fecha de fin del congelamiento, como ya se hizo en septiembre, cuando por presión de las petroleras se aceptó un incremento de 4%.
Además de la actualización por el precio internacional del petróleo, los combustibles sufrirán además otro incremento en uno de sus componentes, el impuesto a los combustibles líquidos que se actualiza trimestralmente en base al incremento inflacionario, que el Gobierno viene postergando por especulaciones electorales.
Se estima que el precio del litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires podría pasar de los actuales $45,49 a más de $52, una remarcación que impactaría con fuerza en los índices de inflación de noviembre y diciembre.