Este martes por la noche –ya de forma presencial- la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de Etiquetado Frontal de alimentos con advertencias visibles de posibles excesos de grasas, sodio o azúcares que fue enviado a la Cámara Baja desde el Senado hace un año.
Después de un largo debate, el proyecto se aprobó pasada la medianoche por 200 votos a favor, 22 en contra y 16 abstenciones. La Ley de Etiquetado comenzó a ser debatida pasadas las 16 y su análisis se agotó pasadas las 23, tras la intervención de más de 70 diputados, que participaron de la primera reunión presencial tras la metodología de trabajo mixto aplicado durante los primeros meses de la pandemia de Covid.
El dictamen de mayoría prevé la incorporación en el frente de los envases de los productos ultraprocesados una etiqueta con forma de octógono negro con letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos para la salud, como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías. Además, determina que los productos que contengan entre sus ingredientes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.
La discusión fue presentada por la presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau (del Frente de Todos) quien sostuvo que “el Estado argentino no va a mirar para otro lado” mientras se multiplican enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la hipertensión y los problemas cardíacos, factores que pueden ser prevenidos con un acceso más claro a la información sobre alimentación saludable.
El bloque oficialista dio cuenta también de las presiones de las provincias azucareras que consideran que el proyecto podría perjudicarlas. El tucumano Pablo Yedlin, presidente de la comisión de Salud, aclaró: “El azúcar no es un veneno, es un producto natural. Muchos edulcorantes, en cambio tendrán que explicar cuán saludables son. Vamos a acompañar el proyecto proponiendo mejoras”. Su comprovinciana del Frente de la Justicia Social Beatriz Ávila de hecho votó en contra, denunciando que el etiquetado color “negro remite a la idea de muerte”.
Como habían anticipado antes de boicotear la sesión legislativa de hace 15 días, también varios diputados de la alianza opositora Juntos por el Cambio se manifestaron a favor del proyecto. La radical Brenda Austin remarcó la “defensa del derecho a la salud” y consideró que se trata de una ley “necesaria” ya que “estamos frente a una gran epidemia: la del sobrepeso”.
Carmen Polledo (PRO), en cambio, planteó críticas directas al proyecto, sosteniendo la necesidad de “pensar en un sistema de etiquetado integral y completo” y propuso avanzar hacia “una alternativa que cumpla con el propósito de modificar los hábitos alimenticios”.