Los efectos del Coronavirus se pueden sentir en la construcción de la Ciudad de Buenos Aires, actividad que desde que comenzó el aislamiento social obligatorio preventivo quedó totalmente paralizada y con 75 mil puestos de trabajo totalmente en riesgo. Con un agravante: la mayoría de los empleados no está cobrando su sueldo íntegro.
Las cámaras constructoras indican que existen 2500 obras frenadas en territorio porteño y que no se vislumbra el regreso a funciones en el mediano plazo. Tampoco alcanza con el permiso que otorgó Horacio Rodríguez Larreta para que puedan iniciar excavaciones o demoliciones.
Para Darío López, presidente de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), no hubo movimiento porque, primero, cuesta conseguir permisos para el traslado de camiones desde provincia de Buenos Aires a Capital Federal y, segundo, no pueden avanzar con el armado de hormigón. Por ende, la mano de obra que se está utilizando «es mínima».
En esta línea, el profesional sostuvo que con las demoliciones también se generan dificultades. De hecho, comentó que son muy contadas las de cierta envergadura en Belgrano y Núñez, «pero son situaciones aisladas. También, en términos de puestos de trabajo, no mueve mucho la aguja. Estamos hablando de un promedio de 10 personas que, como máximo, pueden intervenir en un proceso así».
Como era de prever, el escenario también resulta muy complejo para los arquitectos, los cuales muchos están sin trabajo «o elaborando proyectos pero sin percibir un solo ingreso. Algunos están optando por meterse en concursos». Para intentar torcer el rumbo, la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) ya se encuentra dialogando con el Ejecutivo porteño para, con consenso con los gremios, elaborar un protocolo sanitario que permita al menos completar las obras que se empezaron.
Uno de los directivos del CAMARCO señaló que todavía no hay una respuesta oficial pero, proponen, que «en Panamericana, por ejemplo, se pueden ver naves por montar y estructuras de hormigón que deben completarse. Podría habilitarse un retorno de la construcción en esos ámbitos controlados, por ejemplo».
Vale destacar que solo en marzo el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) muestra una caída en el acumulado del primer trimestre del 28,1% respecto de igual período del 2019 en la Ciudad, cifras que se agravarán en las próximas mediciones.