Chubut, la provincia paralizada por las protestas

Los manifestantes llevan 82 días esperando una respuesta favorable del gobernador Mariano Arcioni, que pueda devolverle algo de normalidad a la capital de la provincia, Rawson, donde el nivel de descontento se hace notar por todas las calles de la capital de la provincia.

La situación se ve con más vigor aún en el Ministerio de Educación, que desde hace una semana fue ocupado por los gremios y maestros autoconvocados, luego de una protesta que fue escalando en días de paro, hasta la actual suspensión total de clases, que ha hecho llegar a Chubut a las noticias de los diarios nacionales.

Tanto los gremios como el gobernador se encuentran desde hace semanas trabados en la negociación sin moverse  un centímetro. La mesa de unidad sindical que reúne a unos 10 gremios reclama paritarias sin techo, denuncian la suspensión de atención por falta de pagos de la obra social y también las asignaciones familiares congelados desde hace dos años.

Al reclamo hay que agregarle que salvo polícias y bancarios de Chubut los sueldos se pagan de acuerdo a escala: a partir del día 12 cobran los más bajos, mientras que los más altos se perciben casi a fines de mes. Solo los policías y empleados del Banco de Chubut escapan a esa lógica.

Desde el gobierno se justifican en que la provincia comenzó a manejarse con déficits crecientes desde la administración de Martín Buzzi (2011-2015) y que esa situación se mantuvo durante el año y medio de la gestión de Mario Das Neves y, luego de la muerte de este, en octubre de 2017, cuando Arcioni ( un tipo de poca cintura política) asumió la gobernación.

Los números hablan por sí solos:  la masa salarial mensual de los empleados provinciales es de $1700 millones (un 75% de los $2300 millones de recaudación), menos los $500 millones que retiene Nación de las regalías diciembre, tras el fallecimiento de Das Neves, y acusan a Arcioni de falta de pericia política para gestionar la provincia y la relación con la Nación.