Este jueves 7 de agosto, día de San Cayetano, patrón del trabajo, se lleva adelante la tradicional marcha de organizaciones y movimientos populares desde el santuario de Liniers, pero en esta ocasión con el apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT), de las dos CTA (Autónoma y De los trabajadores) y de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), además de numerosas organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, feministas y culturales. Esta significativa movilización de buena parte del arco opositor al Gobierno de Javier Milei llevará adelante una protesta que concluirá en Plaza de Mayo, pocas horas después de la importante protesta de este miércoles frente al Congreso y de la contundente derrota que sufrió el oficialismo en la Cámara de Diputados.
La movilización, tradicionalmente convocada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y otras organizaciones sociales, comenzó a las 8 de la mañana desde el santuario, después de realizar una bendición de herramientas en las calles Rivadavia y Cuzco. Desde allí se marchará por Avenida Rivadavia hacia la Plaza de Mayo, punto de concentración al que se estaría arribando alrededor de las 14. En el camino de la larga marcha irán confluyendo diversas organizaciones. Muchas columnas sindicales del Frente por la Soberanía, el Trabajo y el Salario (que nuclea a más de 70 gremios) concentrarán en Plaza Congreso y la CGT convocó a Diagonal Sur y Perú.
Alejandro Gramajo, titular de la UTEP, destacó: “Esta es una protesta especial porque estamos atravesando una coyuntura política, económica, social e institucional de alta gravedad. Junto a muchísimos sectores del movimiento obrero, del movimiento estudiantil, de agrupaciones de jubilados, con sectores de la salud pública creemos que es sumamente necesario profundizar la unidad para constituir el mayor frente posible para oponernos a este modelo económico de hambre, de miseria, de saqueo, de entrega, de endeudamiento con el FMI, de pérdida de soberanía”. Y concluyó: “El proceso electoral es importante, pero para nosotros la calle es fundamental para ponerle límite, freno, y apostar a que esta pesadilla termine lo más rápido posible”.
Una de las novedades de esta gran movilización popular que se lleva adelante desde 2016 para reclamar por trabajo digno, techo y salario, es la confirmación de participación de varios intendentes opositores bonaerenses y del colectivo feminista Ni Una Menos. Desde ATE Nacional se anticipó, además, que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se llevará adelante un cese de tareas con abandono de los lugares de trabajo a partir del mediodía, para facilitar la participación en la protesta. El titular de ATE, Rodolfo Aguiar, definió: “Tenemos un Gobierno que solo se dedica a juntar dólares para pagarle al FMI. Nos conducen directamente hacia una tragedia. Esta movilización del 7 de agosto tiene que ser multitudinaria y convertirse en la antesala de un nuevo Paro General”.