El cierre del albergue transitorio Riglos, ubicado en Directorio y Riglos del barrio de Caballito es otro signo más de que la crisis no encuentra piso. Por tener funcionamiento de 24 horas cada uno que cierra sus puertas significa una pérdida de quince puestos directos de trabajo y cinco indirectos.
Esta baja se suma al cierre del famoso hotel JJ en Nuñez, Guardia Vieja en Almagro, Rampa Car en Palermo, Nuevos Vientos en Belgrano, Stork en San Fernando o al Arcobaleno en Belgrano, uno de los últimos en bajar las persianas.
Al respecto, desde la Asociación de Hoteles Alojamiento por hora, explicaron que «se agudizan los cierres, porque la situación es más extrema. No podemos crecer, cada vez nos contraemos más, hoy estamos en un estado de supervivencia. Tenemos un retraso tarifario de un 40%, pero no podemos subir los precios, porque el consumo no lo permite».
José Manuel Capelo, Presidente de la Asociación explicó que en realidad no hay más cierres porque también es una dificultad, pues si bien reconoce que hay muchos albergues transitorios pasando momentos complicados, señaló que “no es fácil cerrar, por los altos costos. Sólo pueden cerrar los que están bien ubicados y tienen una salida inmobiliaria”
Hoteles de mayor categoría ofrecen up grade para mejorar la habitación y cenas gratis en algunos horarios, pero de todos modos no hay reactivación, particularmente en los que apuntan más a la clase media.
Existen alrededor de unos 600 hoteles alojamientos en el país, de los cuales 350 están en el conurbano y 140 en la Ciudad de Buenos Aires; el resto están en el interior del país y dan trabajo a 9.000 personas en forma directa, que en este momento ven amenazados sus puestos de empleo frente a la caída de la demanda.