Después de la reunión tripartita mantenida este jueves por la tarde entre representantes de las centrales sindicales, empresarios y funcionarios nacionales en el marco del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, finalmente será nuevamente el Gobierno quien laudará para fijar unilateralmente la cifra del incremento, ante la brutal distancia entre el reclamo gremial y la propuesta de las cámaras empresarias.
La representación empresarial, que participó del encuentro en forma virtual desde la sede de la Unión Industrial Argentina, ofreció un insólito aumento del mínimo, que en mayo alcanzó los 234.315 pesos, de apenas 10.685 pesos julio (4,56% por dos meses), otros 8000 pesos para agosto (3,26%), 6000 (2,37%) para septiembre y 5000 para octubre (1,93%). Así el SMVM quedaría en 245.000 pesos en julio, 253.000 en agosto, 259.000 en septiembre y 264.000 en octubre.
El Salario Mínimo está a niveles de 2001, registrando una caída de 32% con Milei
Con esta propuesta empresarial, que se ubica muy por debajo incluso de las más optimistas expectativas de evolución de la inflación para los próximos meses, el salario mínimo ya ni siquiera alcanzaría la línea de indigencia, que implica que no se puede adquirir ni siquiera la Canasta Básica Alimentaria. El salario mínimo, además, sirve como referencia para una serie de beneficios, como la Asignación Universal por Hijo o la prestación por desempleo, que seguirían perdiendo respecto de la evolución de los precios.
En cuanto a la representación gremial, con la presencia de las tres centrales, la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos CTA (de los Trabajadores y Autónoma) presentó una propuesta unificada de recomposición del mínimo, para llevarlo a 482 mil pesos en julio y a 505 mil en agosto.
En el último encuentro del Consejo del salario, celebrado en abril, tampoco se había alcanzado un acuerdo, por lo que el aumento fue definido una vez más por el Gobierno, aprobando un incremento de 15% en dos tramos (abril y mayo), algo también muy lejano a lo reclamado por la representación sindical.
Tras la reunión, la CGT remarcó lo “inaceptable” de la propuesta empresarial y la “insensibilidad social” de la misma, esperando que el Gobierno Nacional “no convalide automáticamente este vergonzosa oferta que pocas soluciones traería a los sectores que más lo necesitan”. La CTA-T, tras denunciar que hoy Argentina tiene “el sueldo mínimo legal más bajo de su historia”, ubicándose como uno “de los tres países con el salario mínimo más bajo de América Latina”, afirmó que el empresariado realizó un “boicot” al encuentro, al que el Poder Ejecutivo, que “funciona como una escribanía de las grandes corporaciones empresariales”, termina “sometiéndose dócilmente”.
