«Tiene razón, pero marche preso», comentó uno de los referentes sindicales del sector «El Salario no es ganancia», en el último encuentro, donde los secretarios generales de los gremios que conforman este espacio, se reunieron para analizar el contexto de conflictividad con el gobierno y las empresas, y compartir las estrategias que pondrán en juego para la discusión del poder adquisitivo real, ya confirmado oficialmente, no sólo el ascenso inflacionario, sino también, la decisión del gobierno de reconocer que está analizando cambios en la forma de medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El «marche preso», más allá de la ironía que puede implicar la persecusión que los sindicatos vienen denunciando tras las medidas de fuerza en los reclamos por los derechos laborales, también hace referencia a que el proyecto del organismo, si bien acepta que el actual mecanismo del cruce de datos y estadísticas necesita un «reseteado», no necesariamente incluye un sinceramiento que puede derivar en una mejor constatación de la pérdida del salario real de los trabajadores en función de sus consumos básicos, para alcanzar el mínimo de las necesidades de bienestar satisfechas.
Los sindicatos de este espacio, recorrieron los despachos de funcionarios y legisladores nacionales para mostrarles esta realidad, y finalmente parece que esta inquietud va a ser parte de la discusión en el recinto parlamentario, más allá de la instrumentación que pueda impulsar el ejecutivo, desde el organismo que encabeza Marco Lavagna.
El INDEC tuvo sus momentos de cuestionamientos fuertes durante la gestión de Guillermo Moreno, pero tampoco faltaron críticas en la administración de Mauricio Macri y hoy el objetivo es ajustar los valores relativos, en cuanto al verdadero ejercicio de las compras mensuales de distintos tipo de productos estacionales, de consumo alimenticio, de gastos en servicios y coberturas y la influencia relativa en la mayoría de la población de los bienes de valores más elevados, en general más durables, a los que accede un determinado sector de la población.
También se buscará en estas modificaciones para las nuevas mediciones, estar atentos a los cambios en los hábitos del consumo que se produjeron en las últimas décadas, donde la tecnología y las compras virtuales también influyen en la necesidad de reflejar estas nuevas conductas ciudadanas, en los índices que componen gastos diarios, compras más duraderas e inversiones de mediano y largo plazo.