Ese es otro dato palpable de la crisis. En la Capital Federal y provincia radican el 52% de las empresas del país y esa cifra se incrementó un 62% en la medición interanual 2017 -2018 mientras que las quiebras lo hicieron en un 11% según el Centro de Economía Política (CEPA).
Los procedimientos en ese año ascendieron de 227 a 368 en tanto que las quiebras de 716 a 795.
De acuerdo a lo elaborado en el informe los datos remiten en su gravedad a los del período 2001-2002.
«En marzo de 2002 se registraron 243 quiebras y concursos de acreedores, casi un 50% superior al valor de marzo de 2001».
Empresas de primera línea como Nestlé o Carrefour, -la primera de gran magnitud- que dio el puntapié de una tendencia que se multiplica cada día.
El proceso de concurso preventivo se refiere a la solicitud judicial para lograr un plan de propuesta y reestructuración que le permita acordar con sus acreedores la cancelación de los compromisos que lo llevaron a esa situación, continuando así su actividad. Por su parte, la quiebra tiene como fin el «desapoderamiento» de la empresa al quebrado y su cesión a terceros oferentes.