El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ratificó que la reforma previsional se aprobará tal como la elaboró el Ejecutivo con el objetivo de «evitar que el paaís quiebre», descartando de este modo conversaciones con la oposición. La iniciativa se debate en el Congreso.
El mandatario dijo que no existe «plan B» e insistió en que “es necesaria. Si no la hacemos, Brasil quiebra en dos años». El proyecto plantea aumentos en la edad jubilatoria y modifica las escalas de pagos en los haberes. A su vez, se eleva la cantidad de años de aportes necesarios para cobrar la jubilación previa. Para los hombres serán necesarios 40 años de aportes y para las mujeres, 35.
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«Es una forma de dar una señal de que estamos haciendo los deberes. Otros gobiernos intentaron y no hicieron la reforma. Me hubiera gustado no tener que cambiar mucho las cosas”, señaló el Presidente. De acuerdo al ministro de Economía, Pablo Guedes, el Estado con las modificaciones al sistema previsional podrá ahorrar más de 220.000 millones de dólares en 10 años.
Hasta el momento, la nueva normativa obtuvo el visto bueno en el Senado y la oposición intenta establecer la discusión de cambios para que se apruebe en Diputados. Los gremios y movimientos sociales permanecen en las calles rechazando la reforma al régimen y preparan paros para los próximos días.
