Avanza la discusión por los bonos para suplir las atrasadas negociaciones salariales

Luego de declarada la Conciliación Obligatoria, este lunes habrá una  reunión de empresarios y sindicalistas en el rubro de la Alimentación para intentar un acuerdo en las paritarias 2020. Pero no ha sido el diálogo fluido lo que los llevó hasta acá. Después del paro del 17 de junio y ante la falta de respuesta al reclamo de retomar las negociaciones, el Ministerio de Trabajo intervino y éste es el resultado.

Desde ambas partes deslizaron la posibilidad de alcanzar una suma adicional, no remunerativa de ocho mil pesos en cuatro cuotas, que iría de mayo a agosto, de manera de prolongar la negociación según convenio por lo menos hasta septiembre, donde tal vez ya se avizore cierta reactivación económica.

El pago de una suma adicional, ya se implementó en otras oportunidades pero en éste contexto resulta cada vez más difícil de aplicar. En primer lugar, porque los tiempos se han ido dilatando hasta un lugar donde habitualmente la paritaria anual ya estaba casi cerrada. Luego, porque ya transitada la primera quincena de julio, el contexto país es el más desfavorable de todos: comenzamos a transitar el peor momento de la pandemia.

En medio de las semanas más duras de la crisis sanitaria donde se pondrán a prueba los logros y las debilidades de nuestro sistema de salud, los acuerdos salariales tienen que encontrar su espacio y no logran asomar con fuerza, diluyéndose entre otras prioridades por las que el sindicalismo da pelea cada día, como: la apertura de actividades luego de 120 días de aislamiento obligatorio, la utilización de estrictos protocolos de seguridad y el estado terminal de miles de comercios y PyMEs con los despidos que eso conlleva.

Los sindicatos, aun así, no desisten de su objetivo pero acarrean implícita una nueva complicación: sectores que sí pudieron trabajar todo este cuatrimestre y sectores que no pudieron hacerlo. Para los primeros, denominados “esenciales” parece haber una luz al final del túnel, pero en los demás casos, es casi imposible poner en agenda un incremento.

Por ese motivo ya se han iniciado conversaciones particularmente en el rubro de Comercio y  Transporte, cámaras empresarias que también ponen reparos, amparados en la caída de la actividad económica y en el reciente pago del aguinaldo. Pero de todos modos, ya se anticipa que podrían alcanzar un bono de 5 mil y de 10 mil respectivamente.

A su vez, dentro de cada actividad esencial hay sectores muy perjudicados como sucede entre los trabajadores mercantiles. En el combo general se encuentran los supermercados o los negocios de cercanía pero también los shoppings que no han abierto sus puertas un solo día.

Lo mismo sucede en el Transporte, lo vinculado a logística, transporte de mercaderías y de ganado o cereal mantuvo la actividad, pero no así los rubros relacionados a la construcción, por ejemplo, que tuvieron una estrepitosa caída.

Ese es el motivo por el que las discusiones se segmentan cada vez más, y van directamente a las ramas de cada actividad, donde acaba de terminar la discusión por el medio aguinaldo, y todavía muchas empresas están abocadas a alcanzar las herramientas disponibles como los ATP, los créditos blandos y las moratorias para poder seguir funcionando.

Tal es el caso de Comercio, el sindicato que nuclea cerca de 1,2 millones de afiliados, que tiene actualmente cerca del 80% de los trabajadores sin cumplir tareas, con suspensiones pactados con los empleadores por el 75% del sueldo.