Aún con el aumento, a fin de año el Salario Mínimo perdería un 25% en comparación con 2015

A pesar del aumento planteado por el Gobierno de Mauricio Macri en el reciente Consejo Nacional del Salario, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) estará perdiendo a fin de este año, luego del período de mandato de Mauricio Macro, un 25% de su valor en comparación con diciembre de 2015.
Incluyendo el aumento del 35% en tres cuotas aprobado por el Gobierno hace unos días, el SMVM acumularía un incremento de 201% para el período 2015-2019, mientras que la inflación, estimada para el período estaría superando el 300%.

El SMVM, además de impactar directamente sobre los casi 400 mil planes sociales del país, influye sobre una porción de los salarios registrados privados que rondaría el 10% (unos 600 mil empleados) y constituye una referencia clave para el 82% móvil de las jubilaciones, para los sueldos docentes y para el 35% de trabajadores con empleo informal.

El aumento establecido unilateralmente por el Gobierno, ignorando los planteos gremiales, será además en tres cuotas: un 13% con el cobro de agosto, otra de 10% en septiembre y la última de 8% en octubre. Sin nuevas recomposiciones hasta fin de año y con una inflación proyectada por bancos y consultoras privadas de más de 55% para fin de año, la baja del salario mínimo continuará hasta acumular un 25%.

Así, el SMVM se constituye en el indicador de ingreso más golpeado durante el mandato macrista, superando la caída del salario real promedio (18%) y de la AUH (20%). Hasta junio, la pérdida del Salario Mínimo era mayor, llegando a un retroceso del 32%. Con los valores actuales, dos salarios mínimos no alcanzan a completar el valor de una Canasta Básica Total ( CBT), que en julio llegó a 31.934 pesos.

Según el economista de CEPA Hernán Letcher: “El Gobierno anterior usaba a las subas del salario mínimo como referencia, en un momento histórico en el que los ingresos venían muy deprimidos y hacía falta recuperar poder adquisitivo para apuntalar la demanda y la actividad. Era difícil, si el salario mínimo subía una determinada cantidad, que los gremios no exigieran a su vez aumentos en torno a esa cifra. Este es sin dudas el indicador que peor dinámica tuvo durante la gestión Cambiemos. Si bien no pega tanto en la actividad de forma directa, por la cantidad baja de gente que lo percibe, sí impacta mucho indirectamente”.