Mientras que el Gobierno nacional de Javier Milei encara el nuevo año con perspectivas de avanzar en la aplicación de la “motosierra profunda”, lo que implica más ajuste, recortes presupuestarios y despidos en el Estado, los principales gremios de la administración pública, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), advierten sobre las perspectivas de crecientes conflictos, particularmente motivados por los despidos y la constante pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores estatales.
Rodolfo Aguiar, titular de ATE nacional, advirtió: “El 2025 será otro año marcado por una fuerte conflictividad en el Estado. Siguen destruyendo salarios y puestos de empleo en el sector público. Las asambleas tienen que realizarse en todo el país y si no existen respuestas, comenzar a pensar en una nueva medida de fuerza de alcance nacional”.
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En ese marco, tras anoticiarse de los primeros despidos del año en distintas dependencias estatales (especialmente luego de las cesantías en la Secretaría de Derechos Humanos y la amenaza de cierre de los Espacios de la Memoria), ATE se declaró a partir de este lunes en asamblea permanente y movilización. Al respecto, Aguiar manifestó: “Atacan las políticas de derechos humanos porque son negacionistas y quieren legitimar los crímenes atroces de la dictadura cívico militar. Frente a esto tenemos que evitar el cierre y defender todos los espacios de la memoria. Detrás de cada puesto de trabajo que se elimina en el Estado, hay una política pública que se desmantela y un derecho que pierde la sociedad”.
En el mismo sentido, aunque UPCN avaló las paritarias a la baja ofrecidas por el oficialismo y viene apostando por una política mucho más conciliadora, el titular del gremio, Andrés Rodríguez, advirtió: “No coincidimos en absoluto con esta política de desmantelamiento del Estado. Fue un año durísimo para todos los trabajadores, porque no solo que muchos fueron expulsados de sus ámbitos en un momento donde no hay oferta laboral o está muy limitada, sino que también hay una pérdida de ingresos muy grande porque se han cerrado paritarias lamentablemente detrás de la inflación”.
Aunque el histórico dirigente estatal ratificó que no ve un clima social que pueda acompañar la convocatoria a un nuevo paro general por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), remarcó que “la gente ha tenido también una actitud de temor, de problemas, de dudas”, lo que puede abrir la puerta a una reanimación de la “actitud de reacción”, porque “esto en cualquier momento estalla”.
“Llega un momento en que ese ajuste puede ser intolerable. Todas estas cuestiones pueden generar en serio que los acontecimientos cambien. No es tan fácil manejar solamente una política que se base en las variables macroeconómicas financieras. Si no está acompañado por un desarrollo y un crecimiento sostenido, puede estallar en cualquier momento”, concluyó.