Este era el marco que esperaba el Gobierno, los sectores productivos y el sindicalismo para acelerar la vía de salida. El ministerio de Economía comunicó formalmente que los tres grandes grupos de bonistas aceptaron la oferta Argentina y llegaron a un entendimiento en la reestructuración de la deuda y con ello se aceleran las reuniones para alcanzar los entendimientos necesarios para el “despegue”.
Ese era el marco buscado para los anuncios del Gobierno que hoy inicia con el lanzamiento del plan PROCREAR, el reconocido plan de construcción y ampliación de viviendas que supo ser “emblema” del gobierno kirchnerista.
Tal como anticipó en Estado de Alerta días atrás la ministra de Vivienda María Eugenia Bielsa, el plan apuntará a “aquel esquema virtuoso, con las líneas de ampliación, con las líneas de construcción, de desarrollos urbanísticos, de lotes con servicios, de mejoramiento… y pensando algunas líneas nuevas”.
Paralelamente este mismo martes a las 15 horas la CGT se reunirá en la UOCRA, en una mesa ampliada, para el tratamiento de temas calientes en el ámbito laboral: suspensiones, despidos, negociaciones salariales, financiamiento de obras sociales y Covid19. Todo sobrevolado por la necesidad de redefinir la nueva conducción de la central, que de no ser por la pandemia, este mismo mes, tendría que renovarse a través de elecciones.
En paralelo, las pantallas se encenderán para abordar por videoconferencia varios de estos temas con la Unión Industrial Argentina, el otro interlocutor clave para lograr entendimientos que permitan encontrar la luz al final del túnel.
Kulfas tampoco dará descanso a su agenda para seguir tejiendo con las distintas mesas sectoriales el plan de reactivación económica.
El acuerdo con los bonistas se cerró a las 3 de la mañana de este martes y se espera que los restantes acreedores también acepten la propuesta. Se acordó pagar 54,80 dólares cada 100, lo que permite ahorrar unos 30 mil millones de dólares.
Los que aceptaron fueron los grupos Ad hoc (que incluye a BlackRock), Exchange Boneholders y ACC. Antes, el ministro se encargó de cerrar la estrategia política adentro: estuvo en las últimas horas con Cristina, por un lado, y con Massa (y Máximo) por el otro. Le explicó a cada uno en qué consistía el acuerdo que cerraron con los acreedores.
Para terminar de cerrar el acuerdo, la Argentina extenderá el plazo de la invitación a adherir al resto de los bonistas hasta el 24 de agosto. En ese mismo plazo se multiplicarán encuentros, anuncios, con la esperanza de que en algunas semanas el virus haya alcanzado su pico y esté en franco descenso para dar luz verde “a la nueva normalidad” con despegue económico.
