La crisis económica no deja exenta a una de las grandes multinacionales del país, Arcor, que afronta deudas millonarias, de casi mil millones de dólares, y tuvo que pedir refinanciaciones, algo que genera mucha preocupación en todos sus trabajadores, representados por el Sindicato de Alimentación. De hecho, el gremio ya está en estado de alerta por la posibilidad de despidos ante ajustes.
Uno de los principales problemas que tuvo la firma es la caída de la demanda impactante, además de que recibió el impacto de la devaluación ya que se endeudó en dólares. Ante esta panorama, tuvo que lanzar esta semana un plan para obtener fondos que debe desembolsar en el corto plazo.
Arcor no se salva de la crisis: suspenderá la producción en mayo y temen despidos
El balance anual 2018, por ejemplo, cerrado a diciembre pasado, mostró una facturación de poco más de $85.600 millones y tuvo que afrontar un resultado negativo de $1.000 millones. El año anterior, con una facturación de $78.700 millones, había ganado $3.000 millones.
Este año, en el primer trimestre, los números de Arcor tampoco fueron buenos porque informó ventas por $25.000 millones y cerró con pérdidas de $245,6 millones. La calificadora de riesgo Moody’s le bajó la calificación a la firma, fundamentada básicamente por el “deterioro del perfil crediticio general de la compañía como resultado de la fuerte depreciación del peso argentino”.
