Analistas privados anticipan un prolongado período de recesión

Diversos economistas pronostican una recuperación económica más lenta que lo que sugieren los planteos optimistas del Gobierno. Desde el oficialismo aseguran que la economía nacional volverá a crecer a inicios del próximo año, gracias a un buen desempeño del campo, a la estabilidad cambiaria y a una leve recomposición salarial. Sin embargo, analistas económicos privados son mucho menos positivos respecto de una eventual mejora del poder adquisitivo, aunque sí reconocen el probable impacto positivo de las cosechas de trigo, soja y maíz.

Federico Furiase, economista de la consultora EcoGo, consideró al respecto: “Vamos a una recuperación, pero no tan en V, sino más bien entre una V y una L: la cosecha va a impulsar una recuperación rápida, pero el ajuste fiscal coloca un techo a la recomposición salarial y el ajuste monetario, un piso a las tasas de interés. En un contexto en que siempre, en un año electoral, hay expectativas de devaluación, no veo una recuperación rápida y pronunciada ni del salario real, ni del crédito, ni de los márgenes de ganancias de las empresas”.

Por su parte Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, separa al agro del resto de los sectores de la economía: “En lo que respecta al campo vamos a tener una recuperación en forma de V, con una mejora muy fuerte el año próximo. Pero todo lo que tiene que ver con el mercado interno tardará más. La recuperación vendrá por los sectores exportadores”.

La caracterización negativa se basa en la constatación de que en agosto la economía nacional cayó 1,6% y acumuló cinco meses seguidos de retroceso, según estimaciones del propio Indec. Los sectores más golpeados por la recesión son los vinculados al comercio, la industria y el transporte.

Martín Alfie, economista jefe de Radar Consultora, opinó: “Todo indica que la aceleración inflacionaria que hubo estos meses, que está haciendo caer el salario real a niveles muy bajos, hará que el consumo caiga mucho, que es el principal componente de la demanda agregada. Por lo tanto, espero una fuerte caída en el cuarto trimestre, con impacto todavía en el primer trimestre de 2019. La recuperación estará liderada por el agro, pero no veo una salida muy fuerte de la actividad, porque van a seguir el ajuste fiscal y las altas tasas de interés. Si hay una recuperación, será tibia, más en forma de U que una salida rápida”.

Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, consideró: “Vamos a tener una caída hasta fin de año, se va a amesetar en el primer trimestre y comenzará a rebotar en el segundo de la mano de la cosecha. Pero como difícilmente haya algún repunte del empleo y del salario real que impacte en una mejora del consumo, y como el gasto público y la inversión van a continuar a la baja, no vamos a tener una recuperación importante. Además hay riesgos, porque la incertidumbre electoral y cualquier evento internacional pueden volver a juntarse con las vulnerabilidades que continúan en la economía argentina (y que no se están abordando) para generar nuevos episodios de crisis”.

Finalmente, Pablo Gabriel Bortz, director de la maestría de Desarrollo Económico Ideas-Unsam y becario del Conicet, anticipa una recesión larga: “Puede que encuentre algún piso en el segundo o tercer trimestre, pero habrá mucha incertidumbre financiera y el gobierno que asuma sufrirá los primeros años un estancamiento. La demanda estará deprimida por el programa de ajuste con el FMI”. El especialista tampoco se manifestó muy esperanzado en una larga estabilidad cambiaria: “El grueso de la plata del Fondo ya se habrá usado y no creo que tengamos acceso a los mercados de capitales. La incertidumbre electoral va a sumar a la demanda de dólares. Sobre todo a partir de junio, cuando pasen los dólares de la cosecha. No le veo techo hacia arriba al dólar. Creo que tendremos una economía en forma de L, con un palito inferior bastante largo”.