Antes dos factores como ingresos insuficientes y el drástico encarecimiento de alimentos, sobre todo tras la devaluación del 12 de agosto, el 45% de la población de la región metropolitana que conforman la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense tuvo que reducir sus porciones de comida.
El dato fue revelado por el Centro de Estudios Metropolitanos, entidad que aseguró el 60% de los encuestados para su trabajo posee «fuertes inseguridades económicas», marcadas por ingresos insuficientes y el miedo a perder el trabajo.
En este marco, el 45% de los entrevistados de AMBA afirma haber disminuido la porción de comida por problemas en sus ingresos. Esa problemática alcanza al 57% de los habitantes del segundo cordón del Conurbano. La crisis impacta de tal manera que el 31% de los habitantes de AMBA confesó haber «tenido hambre» por problemas de ingresos, contra el 18% que en 2017 afirmaba haber sufrido ese inconveniente.
Con respecto a la inseguridad laboral, el CEM asegura que existe un 41% de personas que «tiene miedo» a perder el trabajo en el corto plazo. El documento sostuvo: «La crisis que comenzó en 2018, y que se agravó en 2019, tuvo un fuerte impacto en los bolsillos de la habitantes del AMBA; sobre todo en su mesa».