Alimentación en crisis: Molinos, Verónica, Caramelos Lipo y otras empresas con despidos, quiebras y salarios a la baja

La Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) movilizaron este miércoles a la sede de la Federación de Industrias Productoras de Alimentos y Afines (FIPAA) y de la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (CIPA) para exigir un aumento salarial que compense las pérdidas inflacionarias sufridas durante la gestión de Gobierno de Javier Milei, planteando la necesidad de un acuerdo que rompa el techo salarial del 1% fijado por el oficialismo.

Concretamente, los empresarios quieren seguir la línea que marca el Ministerio de Economía que comanda Luis Caputo con incrementos del poder adquisitivo que están por debajo de los últimos porcentajes inflacionarios anunciados por el INDEC. Del mismo modo, la empresa Molinos Rio de la Plata y Verónica, del sector lácteo, están dando a conocer situaciones de crisis que los estarían obligando a declaraciones de quiebra, cierres de empresas y cientos de despidos.

Tras la oferta de recomposición salarial del 1%, el gremio calificó de “miserable” la propuesta, explicando que el salario promedio de un operario calificado apenas supera el millón de pesos, lo que lo ubica por debajo de la línea de pobreza. En un reciente Plenario de Delegados y Trabajadores del gremio, que reunió a casi 250 representantes de diversas plantas industriales del sector se anticipó: “La paritaria no va a ser una más, va a ser muy complicada, porque lo que está detrás es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que nos volvió a endeudar. El STIA salió a la calle a defender nuestros sueldos”.

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En el marco del “estado de alerta y movilización” declarado por el gremio, para este jueves y viernes están agendadas diversas acciones regionales frente a plantas y centros logísticos de las principales alimenticias, incorporando además alertas por la amenaza de despidos en diversas empresas del sector. Para la próxima semana se prevé un nuevo plenario de delegados, anticipando que de no haber avances en la negociación, se votará trabajar “a convenio” (sin horas extra, con paradas técnicas prolongadas) y se evaluará un próximo paro nacional.

Puntualmente, delegados de la planta Molinos Río de La Plata de la localidad de Esteban Echeverría advirtieron que la empresa les anticipó sus intenciones de avanzar con una “reducción de personal y de salarios, sin discutirlo en el Comité Mixto de Salud y Seguridad, como exige la ley”. Además, denunciaron que Molinos dejó de denunciar accidentes ante la ART y que no se manifiesta dispuesta a pagar los días de ausentismo por lesiones.

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En la fábrica de caramelos Lipo, de Lanús, sus más de 100 trabajadores denuncian que cobraron apenas el 50% de sus salarios, por lo que sostuvieron una protesta en puerta de fábrica durante varios días. La empresa se justifica planteando una fuerte caída en las ventas, y el conflicto se sostiene. También la firma Dilexis, dueña de la marca de galletitas Tía Maruca, reconoció problemas para pagar los salarios de los trabajadores de la planta de Albardón, en la provincia de San Juan, con 300 empleados.

Por otro lado, las firmas alimenticias del sector lácteo vienen atravesando una crisis de larga data, con la histórica SanCor en concurso de acreedores, La Serenísima en un tira y afloje entre Arcor, Danone y la familia Mastellone, y la reciente suspensión de la producción de Verónica, por una medida de fuerza por salarios impagos que impulsó la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (Atilra).