El Gobierno y los dirigentes del agro reunidos en la Mesa de Enlace se vieron cara a cara en medio de tensiones por la posibilidad de que aumenten las retenciones o se limiten los cupos de exportación ante la escalada de precios. Pero partes calificaron el encuentro «como positivo» y lejos del conflicto que se preveía.
Incluso, al finalizar el cónclave en el que participó Alberto Fernández, los integrantes de la patronal agraria señalaron que se busca un entendimiento para que los precios internacionales no impacten en los valores de los alimentos de consumo interno. En tanto, la Casa Rosada se comprometió a no incrementar las retenciones.
Jorge Chemes, de Confederaciones Agrarias Argentinas, sostuvo que la conclusión del encuentro con el mandatario es que «no va haber incremento a las retenciones y ni tampoco intervención» y remarcó que «el problema» de la suba de precios está «en el resto de las cadenas de producción».
En tanto, el titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto, dijo que en el encuentro se ha establecido «una hoja de ruta, el diálogo, con la claridad de que no va a haber suba de retenciones».
El mandatario estuvo acompañado por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra; el canciller Felipe Solá; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca.
Al encuentro asistieron los titulares de Coninagro, Carlos Iannizzotto; de la Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni; de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes; y de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, acompañados por los vicepresidentes de cada entidad.
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Vale recordar, que los ruralistas manifestaron esta semana una «absoluta consternación» ante la posibilidad de que se implementen aumentos a las retenciones o cupos a la exportación. Para el sector, serían medidas «devastadoras para la producción».
El pasado domingo 7, el Presidente planteó la necesidad de aplicar tales medidas para evitar un traslado al consumidor del aumento del precio internacional de productos como la carne, el maíz y el trigo para, así, «garantizarle a los argentinos que tengan la comida que necesitan a precios razonables».
Sin embargo, desde la Mesa de Enlace sostuvieron que su actividad «incide ínfimamente en el precio final de los alimentos» y que «impactan muchísimo más los costos provenientes de otros eslabones de la cadena y, sobre todo, del Estado, a través de los impuestos y tributos».