El AmCham Summit 2022, organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, reunió el pasado 10 de mayo a los principales referentes del sector público y privado para dialogar sobre la agenda pública Argentina y el rol del empresariado.
Uno de los eventos de negocios más relevantes del año que reúne a líderes empresarios, funcionarios de gobierno argentinos y americanos y destacados representantes de la sociedad civil generaron cierto “terror” en distintos sectores, al trascender, en ese contexto, una propuesta del ala más dura del PRO donde se habría planteado –de ser gobierno- la posibilidad de “freezar” los “convenios colectivos de trabajo” durante un año.
La “bomba” que se intentará desactivar desde los sectores de representación gremial, es de pura expresión “libertaria”, y se dio bajo la excusa de “rearmar los vínculos laborales” en los primeros 365 días del «acuerdo» de empleo.
La jornada que transcurrió en el Alvear Icon Hotel, de Puerto Madero, dejó mucha tela para cortar y preocupaciones para enfrentar, aunque la inviabilidad de ésta propuesta se impone por la histórica lucha de derechos laborales que sientan jurisprudencia en materia laboral en la Argentina.
Pasaron por allí los Ceos de las principales compañías internacionales y locales. No faltó el discurso del Embajador de los Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, ni del Embajador de Argentina en los Estados Unidos, Jorge Argüello. También el ministro de Producción, Matías Kulfas y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Y también vertió sus conceptos el líder sindical de UOCRA, Gerardo Martínez, en las antípodas de la propuesta que el macrismo intenta llevar adelante en una embestida directa contra el capital humano de la empresa.
La idea es no tocar la ley laboral pero sí las vinculaciones por actividad. Ya, un grupo de diputados de la coalición opositora, con Luciano Laspina a la cabeza, junto al liberal José Luis Espert presentaron, durante el gobierno anterior, un proyecto de ley que buscaba celebrar los contratos laborales en dólares para darles mayor “seguridad y libertad”.
La idea exhibida, que encendió alarmas, particularmente en los distintos sectores que han quedado atrapados en la feroz interna del Gobierno, es «teléfono» para los integrantes de la coalición, que con sus desavenencias, parecen poner en riesgo, no sólo el éxito de la gestión actual, sino la reelección del Peronismo en el 2023.
