Al rojo: deudas de expensas por más del 50% ponen en jaque a los consorcios

La profunda crisis económica, sumado a una pandemia que no termina de concluir, hace que los complejos de viviendas sigan marcados por la morosidad elevada en las expensas, una tensión cada vez más constante con los administradores e, incluso, fricciones entre vecinos por el uso de espacios comunes.

Desde organizaciones del rubro como la Liga del Consorcista señalaron que, por estos días, «al menos el 50% de las oficinas y complejos de departamentos ubicados dentro de la geografía porteña acumula deudas en concepto de expensas».

De acuerdo a lo informado por los consorcios, se da por descontado que «la suba de ese concepto contemplada para este mes intensificará aún más la morosidad». Señalan que «los incrementos rondarán el 7% y advierten que la pérdida de puestos de trabajo ocurrida a lo largo de la pandemia de coronavirus seguirá elevando el rojo en los consorcios».

David Loisi, titular de la Liga del Consorcista apuntó a que «La morosidad sigue siendo muy alta porque, ante la pérdida de empleo o la reducción de los ingresos en el hogar, el propietario o inquilino lo primero que deja de pagar son las expensas. Si bien desde que empezó la pandemia no se cobran punitorios, el problema en el ingreso que enfrentan muchas familias redundó en la imposibilidad de cumplir con ese compromiso».

«La morosidad en ese porcentaje ya acumula dos años. Hay picos de deudas por encima del 50 por ciento. El nuevo aumento por supuesto que sumará presión a los bolsillos. El acumulado de subas de las expensas este año acompaña el porcentaje inflacionario. El componente que más incide, como siempre, es el salario del encargado. Cerca del 70 por ciento de lo que se recauda en expensas es para cubrir ese tema», añadió.

La falta de pagos, sobre todo en los emprendimientos de viviendas, redundó en un fuerte endeudamiento de los edificios en impuestos como agua, luz y ABL, y una parálisis total en las tareas de remodelación y mejora de las construcciones. Según la entidad, 90.000 consorcios porteños enfrentan hoy enormes complicaciones para sostener el funcionamiento de los edificios.