Paula Marconi, secretaria de la Asociación de Tripulantes de Cabina de Pasajeros (ATCPEA), denunció que en “las rutas que actualmente están uniendo Córdoba, Tucumán, Salta, Rosario no hay trabajo argentino”. Ante esta situación que beneficia a las empresas sin generar trabajo local, la dirigente planteó la necesidad de «replantear qué país queremos y si aceptamos nada más llenar los bolsillos de los empresarios y que la llegada de los aviones a nuestras provincias sea a cualquier costo”.
Durante la Audiencia Pública por nuevas rutas aéreas, organizada por el ministerio de Transporte de la Nación y ANAC (Aviación Civil Argentina) en el Centro Metropolitano de Diseño de la Ciudad, se analizaron las solicitudes de empresas como Andes Líneas Aéreas, Avian, Baires Fly, FB Líneas Aéreas, Grupo Lasa, 19 rutas, Jetsmart, y LAN Argentina que solicitaron operar 792 rutas.
En su intervención Marconi se preguntó a qué costo hay que apostar por el efecto multiplicador del turismo en las economías locales y luego detalló la situación de los trabajadores aeronáuticos de Latam que, según sostuvo, refleja una situación que “está sucediendo en todos los ámbitos”. En esta empresa, “las políticas implementadas permiten que aviones con bandera internacional operen desde diferentes ciudades de nuestro país hacia otros países; sin beneficio para el fisco ni para el trabajo argentino. Esta situación expone el deterioro y déficit de la balanza comercial y el impacto negativo, sin que el Estado local se asegure de un porcentaje justo y recíproco por dejar de recibir impuestos al tener trabajadores que no son argentinos”.
La exigencia de los gremios aeronáuticos locales es que el servicio de los vuelos desde y hacia el territorio nacional se cubra con tripulaciones locales, para garantizar “un servicio con los más altos estándares de seguridad, calidad y atención”. Los aeronáuticos denuncian la aplicación del sistema “Simplicity” en LATAM, que implica una fuerte reducción laboral y el recorte de cientos de puestos de trabajo, ya que áreas y departamentos enteros fueron migrados y centralizados en Chile, eliminándose un 20% de los puestos locales, pasando de 2850 empleados en 2015 a 2300 empleados este año.