En el marco de la prolongada cuarentena por la epidemia de coronavirus, un rubro especialmente afectado es los trabajadores de la cultura, especialmente en lo que hace al mundo del espectáculo, con miles de actores y actrices sin poder trabajar, con los teatros cerrados, la producción cinematográfica paralizada y las ficciones televisivas en su mínima expresión. Además, según las proyecciones, será una de las últimas actividades en recuperarse. Un reciente comunicado de la agrupación Actrices Argentinas denuncia que la desocupación en el rubro alcanza el 90% y pide una serie de beneficios extraordinarios, incluyendo compensaciones salariales y la exención del monotributo.
“Junto a colegas y organizaciones, impulsamos la siguiente carta abierta que lleva más de 2.600 firmas de actrices y actores de todo el país dirigida a la opinión pública y a quienes nos gobiernan, a raíz de la crisis que envuelve a los trabajadores del sector”, plantea el texto difundido por la agrupación de actrices. Entre los firmantes se cuentan personalidades como Dolores Fonzi, Dady Brieva, Mercedes Morán, Mex Urtizberea, Mauricio Dayub, Natalia Oreiro, Muriel Santa Ana y Laura Azcurra, entre muchos otros.
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“Cuando en Argentina se habla de la importancia de la cultura, nuestro rol como trabajadores no está claro para la sociedad. Hoy, la pandemia nos enfrenta con la endémica fragilidad laboral que sufrimos los artistas históricamente. Nuestra realidad, siempre inestable, se parece más a la de los trabajadores golondrinas en permanente búsqueda de producciones por medio de las que cobrar un salario. Tenemos un índice de desocupación histórica. Basta con observar la programación televisiva para reconocer cómo las fuentes de trabajo, principalmente la ficción nacional, han ido mermando”, añade la carta.
Entre los reclamos planteados se enumeran la necesidad de compensaciones salariales y una exención del pago del monotributo y de los aportes autónomos. Por la positiva, se propone impulsar la generación de contenidos y la regularización del derecho de interpretación en las distintas plataformas de streaming.
“Nuestra situación nos expone a diferentes figuras de contratación, lo que hace impreciso nuestro lugar como trabajadores. Mientras que en algunas actividades contamos con convenios colectivos de trabajo, debemos presentar facturas cuando trabajamos en los teatros oficiales e inclusive al cobrar subsidios para la producción independiente, lo que precariza aún más nuestra condición laboral”, denuncia el texto.
Para terminar, remarcan la pobreza de respuestas por parte del Ministerio de Cultura: “Solo se ofreció algunos subsidios y becas, por las que tenemos que competir, que de ningún modo cubren a la población que los necesita. Somos uno de los sectores más postergados en retomar la actividad. Por esto, nos sumamos al clamor general para que se tomen medidas económicas que atiendan a la emergencia cultural”.