Como viene sucediendo todos los meses, a principios de agosto los combustibles aplicarán un nuevo aumento de precios, que esta vez sería de entre un 2 y un 2,5%. Las petroleras aseguran que el precio todavía se encuentra por lo menos un 10% atrasado en relación con los aumentos del dólar y del petróleo internacional.
Como la Secretaría de Energía decidió no aplicar íntegro el correspondiente aumento del impuesto a los combustibles el mes pasado, el impacto final del desdoblamiento se sentirá este mes (incremento de 2,5% para las naftas y de 1,75% para el gasoil).
Pero esto impactaría en un incremento del precio final de los combustibles en surtidores de entre el 1 y 1,5%, por lo que el resto corresponde a una decisión de las petroleras para ir recuperando los valores que consideran óptimos en el marco de un atraso de precios superior al 10%. Afortunadamente ni el dólar ni el precio internacional del crudo han sufrido variaciones en los últimos meses, por lo que las empresas han podido ir prorrateando los incrementos a lo largo de varios meses.
Como viene sucediendo, seguramente la primera empresa en aplicar los aumentos será la estatal YPF, a la que seguirá el resto de las empresas. Hoy el litro de nafta súper en YPF cuesta $43,71, por lo que con un aumento de 2,5% pasaría a costar $44,80, la premium iría de $50,43 a $51,70 y el gasoil común de $40,54 a $41,55 y el premium de $47,92 a $49,18.