Inicio Noticias Nacionales A 100 años de su nacimiento, «Evita está más viva que nunca»

A 100 años de su nacimiento, «Evita está más viva que nunca»

En el centenario de su nacimiento, el país recuerda a María Eva Duarte de Perón, quien pasaría a la historia simplemente como Evita, una figura central en la historia de nuestro país, clave para numerosas conquistas del movimiento de mujeres y del pueblo trabajador todo.

En poco más de siete años de actuación pública (entre el famoso encuentro con Juan Domingo Perón en el acto del Luna Park para ayudar a las víctimas del dramático terremoto sanjuanino hasta su prematura muerte en 1952), “la abanderada de los humildes” dejó una huella imborrable.

En poco más de siete años de actuación pública (entre el famoso encuentro con Juan Domingo Perón en el acto del Luna Park para ayudar a las víctimas del dramático terremoto sanjuanino hasta su prematura muerte en 1952), “la abanderada de los humildes” dejó una huella indeleble en los sectores populares de nuestro país.

Si bien previamente había registrado una importante actividad militante en el gremio actoral (fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina), fue después de su casamiento con Perón en 1945 y de su conversión en “primera dama” que comenzó a imponer -muchas veces contra la tenaz resistencia de los sectores oligárquicos que añoraban la “década infame” y la repudiaban por su origen humilde- importantes transformaciones políticas, laborales y sociales que le cambiaron al vida a millones de argentinos y argentinas.

Fue la primera mujer argentina con un rol destacado en una campaña electoral nacional (la de Perón de 1946). Al año siguiente logró que se sancionara la ley de sufragio femenino y luego luchó por la patria potestad compartida entre los cónyuges, que finalmente fue sancionada con el artículo 39 de la Constitución de 1949. “Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad”, supo plantear Evita.

Desde la Fundación Eva Perón, fundada en 1948m, dirigió un importante trabajo social de ayuda a los sectores más carenciados, que se extendió a lo largo y ancho del país, construyendo hospitales, asilos y escuelas. La Fundación impulsó el turismo social, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para vivienda y promocionó el desarrollo de la mujer en diversas facetas. En 1949 también fundó el Partido Peronista Femenino, que presidió hasta su muerte.

Eva también fue un vínculo central en la relación entre el Presidente y los sindicatos (la “columna vertebral” del movimiento peronista), desarrollando una intensa tarea gremial desde la Secretaría de Trabajo y Previsión (que se transformaría en Ministerio en 1949, para ser degradado nuevamente por la gestión de Mauricio Macri), gestionando reclamos, organizando nuevos sindicatos, participando en negociaciones colectivas, asistiendo a asambleas de fábricas y recibiendo donaciones de los gremios para la Fundación. Los miércoles, Evita acompañaba a la delegación de la CGT que se reunía con el presidente.

Por eso, los sindicatos buscaron imponerla como vicepresidenta en las elecciones de 1951, dando lugar al famoso “Renunciamiento histórico”, en el que resigna su candidatura para no profundizar las tensiones internas del movimiento, cuando ya le había sido diagnosticada la enfermedad que la llevaría a la muerte. Por entonces, la CGT le entregó la “Distinción del Reconocimiento de Primera Categoría”, premio que se sumó a los muchos otros que obtuvo a nivel nacional e internacional, incluyendo el Collar de la Orden del Libertador General San Martín, la máxima distinción argentina. En esos años publicó “La razón de mi vida” (1951) y “Mi mensaje” (1952).

“Pasó a la inmortalidad”, como se decía en la radio por entonces, el 26 de julio de 1952, con apenas 33 años. Su cuerpo fue embalsamado y ubicado en el edificio que la Fundación Eva Perón le donara a la CGT, de donde la Revolución Libertadora de 1955 lo secuestró, para mantenerlo oculto durante dieciséis años.

A 100 años de su nacimiento, en momentos en que el pueblo argentino soporta una renovada ofensiva neoliberal, algunas definiciones de la “Jefa espiritual de la Nación” parecen cobrar nueva relevancia: “El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”.

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