Según un informe conjunto de la organización Defendamos Buenos Aires y del estudio especializado Miglino y Abogados, la morosidad en los pagos de créditos y deudas de tarjetas aumentó un 25% en los últimos meses, obligando a muchos usuarios a financiar lo adeudado hasta en 3 o 4 años.
El estudio destaca que “quedó acreditado que los poco más de 10 millones de clientes y usuarios de tarjetas de crédito en Argentina se encuentran en una situación inédita de morosidad”. Además de tarjetas y créditos personales, también se ha multiplicado la morosidad en el pago de prepagas, colegios privados y todo tipo de servicios públicos. “El retraso en el pago de tarjetas, créditos, cuota de colegios y pagos en casas de electrodomésticos, entre otros, aumentó al mayor nivel desde el año 2002”, se enfatiza en la investigación.
Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires, explicó: “Mucha gente cayó en la trampa de comprar viajes, artículos del hogar, motos y otros productos de valor medio en cuotas con la tarjeta de crédito o mediante créditos. Para el caso de las tarjetas, la situación al momento de dejar de pagar el denominado saldo mínimo, desencadena una verdadera bola de nieve de intereses que torna la deuda más los punitorios en una situación de muy difícil cumplimiento”.
En el inicio de este 2019 ya son miles las personas que “sufren en carne propia la cruel verdad de que las cómodas cuotas se tornaron imposibles de pagar en los plazos previstos, obligándolos a incurrir en altísimos costos e intereses para conseguir más tiempo y eventualmente refinanciar una deuda de 12 meses a tres o cuatro años”, añadió.
Ante este escenario inédito en más de 15 años, los bancos han abierto nuevas líneas de crédito para cancelar este tipo de deudas, pero las tasas que ofrecen son superiores al 100% anual mientras que en el caso de los préstamos personales pueden llegar hasta al 150%.
“Mucha gente está abandonando en masa la obra social prepaga y los colegios privados que constituyen un gasto fijo mensual inasumible en muchos casos. El servicio de video cable, TV por cable e Internet, los services del coche, la cochera, gastos en comidas afuera, salidas, vacaciones y otros van quedando aplazados en pos de equilibrar la balanza de pagos familiar”, concluyó Miglino.