El mercado inmobiliario viene atravesando la mayor crisis de los últimos años, con un 2018 que marcó un desplome en el número de escrituras y un 2019 que luego de la imposibilidad de acceder a los créditos hipotecarios UVA, disparados por una inflación del 48%, no anticipa ninguna mejoría en el corto plazo.
Según especialistas en temas inmobiliarios, el sector directamente “vegetó” durante la segunda mitad del 2018, luego de que la fuerte devaluación del peso hiciera imposible acceder a los créditos UVA y llevara los precios (dolarizados) de los inmuebles a niveles imposibles para un asalariado.
Según estimaciones del sector, el año pasado se cerraron unas 55 mil operaciones, lo que implica una caída de más del 10% respecto de las más de 63 mil del año anterior. Y más de la mitad de las operaciones de 2018 se realizaron en el primer semestre del año (31.078 transacciones), antes de que se sintiera el impacto pleno de la corrida financiera que comenzó en abril, mientras que entre julio y diciembre las ventas apenas totalizaron 23.900.
Según cita BAE, un especialista inmobiliario detalló: “En algún momento nos hicimos la ilusión de que sería un año en el que hasta se podría marcar algún récord, pero evidentemente nos equivocamos y por mucho. Pero a favor de quienes teníamos esa postura, es justo decir que era imposible pensar que ocurriera lo que ocurrió con la debacle de los UVA. Mientras funcionaron fueron el gran motor, pero en cuanto cayeron lo sentimos muy fuerte”.
Con el desplome de 2018 se corta un período de repunte del sector inmobiliario. Según explica Jorge Toselli, de JT Inmobiliaria: “De esta forma se corta un período de tres años en los que se venían registrando buenos niveles de transacciones. El año pasado tuvimos la expectativa de que esto no iba a ocurrir; la aparición de los créditos UVA fue clave, pero apenas las cosas se comenzaron a complicar el sueño se nos terminó”.
“Como para no ver todo tan negativo, tenemos que estar agradecidos porque al menos tuvimos un buen primer semestre. Sino realmente las cifras anuales del año pasado hubieran sido catastróficas”, concluyó el especialista.