La producción acerera continúa en desplome y con malas perspectivas a futuro por la crisis del mercado interno

De acuerdo con informes oficiales de la Cámara Argentina del Acero (CAA) la producción de acero crudo cayó un 8,6% en junio contra el mes previo, mientras que la producción de laminados en caliente tuvo una baja del 20,9% intermensual. Los sostenidamente bajos niveles de actividad en la construcción, con despachos de cemento que continúan retrocediendo, no aportan signos que permitan anticipar una recuperación productiva.

Los datos positivos en términos interanuales, que marcan un rebote del 16,5% en la producción de acero crudo (con un total de 320.100 toneladas) y de 12,2% para los laminados en caliente (262.500 toneladas) respecto del mismo mes de 2024, en realidad se basan en una comparación con el peor período de los últimos años, por lo que tampoco son resultados para celebrar. Por ejemplo, en 2022 la producción anual de acero crudo fue de 5.093,6 y de laminado de 1.242,6 (ambos datos en miles de toneladas), mientras que la de 2024 fue de apenas 3.862,6 (24,17% menos) y 1.016,0 (18,23%) respectivamente.

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Habrá que esperar los datos finales de 2025 para una comparación global, pero las perspectivas no son buenas. Sobre todo porque la construcción “continúa con bajos niveles de actividad sin signos que permitan vislumbrar un cambio de tendencia”, como reconoce el estudio de la CAA. Los despachos de cemento cayeron 1% en junio respecto del mes anterior. Pero tampoco el sector automotor muestra signos alentadores, con una baja en junio del 11% respecto de mayo.

Si bien en maquinaria e implementos agrícolas se “mantiene un buen nivel de demanda,
impulsado por una notable cosecha gruesa”, también se encuentra afectado por el “incremento de importaciones de maquinaria nueva y usada, tanto unidades completas como componentes, principalmente provenientes de Brasil y China, que impactan sobre la producción nacional”. Lo mismo sucede con los segmentos asociados al consumo masivo, como línea blanca, envases de hojalata y tambores, también duramente afectados por las importaciones.