En sintonía con los datos económicos, el “pacto de mayo”, se devalúa tanto como la conmemoración de las gestas Patrióticas y las reformas por consenso

El demorado Consejo de Mayo, que la administración libertaria, busca usar como instrumento para llevar adelante su plan de gobierno, con consensos alcanzados con aliados y representantes dialoguistas de la oposición, parece no relucir de salud, aunque en este caso sin responsabilidad del ministro Lugones. Por el contrario, a esta altura, en el actual contexto de crisis, con rupturas internas del oficialismo, como la que protagoniza el propio presidente Milei con su vice Villarruel, junto a los ruidos que se produjo en el «triángulo de hierro», en medio de los armados electorales y la exhibición en superficie de un Poder Legislativo y una «liga de gobernadores», ya no tan dóciles a aceptar sin críticas, los mandatos que emanan desde la Casa Rosada.

Incluso, las propias entidades que nuclean a las cámaras empresarias, tanto a las de mayor envergadura, como a las pequeñas y medianas, las asociaciones que representan a los bancos -con fuertes cruces en los últimos días con el ministro Luis Caputo-, y el sector que confluye en la Mesa de Enlace, en medio de la máxima exposición rural; parecen todos al mismo tiempo, estar dispuestos a hacer sonar el crujido de los vínculos, a través de un diálogo cada vez más complejo y enardecido con los interlocutores del actual gobierno.

Así las cosas, gran parte de lo conversado en este último encuentro comandado por Sturzenegger y Francos en representación del Ejecutivo, el gobernador Cornejo; la senadora Losada; el diputado Ritondo; el titular de la UOCRA, Martínez y el presidente de la UIA, Rappallini; puso mucho foco en la flexibilización laboral, que pretenderá impulsar fuertemente “La Libertad Avanza”, a partir del mes de diciembre, junto a la profundización de la reforma previsional y tributaria, en caso de lograr buenos resultados en los próximos comicios de medio término.

Sin embargo, a la salida del encuentro realizado en Balcarce 50, de casi tres horas de duración, nadie exhibió demasiados “consensos”, por lo que algunos ya hablan por debajo de fracaso, aunque no quieran aparecer en superficie haciendo de “pájaros de mal agüero” del “pacto” anunciado como “patriótico”, en tiempos donde las conmemoraciones de las fechas históricas aparecen devaluadas, al igual que algunos datos que brinda últimamente el día a día de la economía nacional.

De hecho, el titular de la UOCRA, si bien no cerró la posibilidad de negociar cambios en algunas normas que rigen la Legislación del Trabajo vigente, sí volvió a aclarar que todo proyecto de cambio será discutido por la CGT, y en todo caso deberá lograr un amplio consenso dentro de la conducción de la central sindical.