El Gobierno de Javier Milei profundiza su ofensiva sobre el sistema científico nacional, no solo con una ofensiva contra el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) sino también paralizando casi la totalidad de los programas de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, lo que se suma a la carencia absoluta de una política para la ciencia, la innovación y el desarrollo del país. Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) alertaron “con gran preocupación” sobre esta “grave situación”.
Al respecto, explicaron que en nuestro país “más del 70 % de la producción científica se origina en el sistema universitario nacional y la totalidad de la formación doctoral de nuestros profesionales está a cargo de nuestras instituciones, que además contribuyen a financiar la mayoría de sus trabajos de investigación”, lo que posiciona a las universidades no solo como espacios de enseñanza, sino como motores fundamentales de la innovación, el desarrollo tecnológico y el avance del conocimiento”.
Pero el actual “desfinanciamiento de la ciencia amenaza gravemente estas funciones, atentando contra el progreso de la Nación”. El CIN denunció que desde su asunción el Gobierno canceló los contratos con todas las grandes editoriales del mundo, se suspendieron casi la totalidad de las actividades vinculadas con el programa Raíces (establecido como política de estado por la Ley N° 26.421), se desfinanciaron prácticamente todos los programas de colaboración internacional y multilaterales de cooperación científico-tecnológica y se eliminaron de hecho los sistemas nacionales de grandes equipamientos científicos. Además, detalló que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (ANPCyT) sigue incumpliendo contratos, no realiza nuevas convocatorias y no financia las convocatorias ya evaluadas y aprobadas, que hay una situación de “parálisis” en el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (CICYT), que se interrumpieron los programas Construir Ciencia y Equipar Ciencia y, que “es imposible” gestionar los certificados ROECyT.
“La crisis del sistema científico es grave y profunda. La falta de recursos para la investigación no solo limita la capacidad de las universidades para generar avances científicos, sino que, también debilita la formación profesional”, explicó el CIN en un comunicado emitido hace algunos días, lo que a largo plazo “repercute en la capacidad del país para competir internacionalmente, desarrollar tecnología propia y responder a desafíos globales con soluciones innovadoras”. En este sentido, insistieron en que la investigación científica “no es un lujo ni un gasto prescindible” sino que constituye “una inversión estratégica para el desarrollo de la sociedad”. Por ello, el desfinanciamiento científico no afecta sólo a investigadores y docentes sino a toda la economía y al bienestar social.
“Lejos de impulsar un plan estratégico para el desarrollo del país, la gestión actual parece enfocada en desacreditar el trabajo de personas científicas y académicas a través de campañas mediáticas, ignorando el impacto directo que esto tiene en la formación profesional, la fuga de cerebros, la innovación tecnológica y el crecimiento económico”, concluyeron desde el CIN.
Uno de los ámbitos donde más claramente se pone en evidencia esta política es en el Conicet, que ya sufrió el despido de 1291 trabajadores, especialmente del sector administrativo (que fue reducido en un 11%), lo que se suma a los “salarios de miseria, el recorte en las carreras y la interrupción en las fuentes de financiamiento”, además de recortes en la convocatoria a becas. El 46% de la disminución de puestos, corresponde a becarios doctorales y postdoctorales. Los números muestran que las renuncias de miembros de la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico (CIC) aumentaron un 24%, mientras que las del personal administrativo lo hicieron un 46% por los salarios de miseria que se vienen pagando. Un estudio del Grupo EPC muestra que los salarios en el Conicet, así como de Universidades Nacionales y de organismos dependientes del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP) acumulan un retroceso de 34,7% desde noviembre de 2023. “Están desangrando al Conicet”, resumieron desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).