La UTA confirmó el paro de colectivos de este martes, pero hay líneas que darán servicio y dudas sobre el acatamiento a la medida de fuerza

La negociación paritaria salarial de los colectiveros, que terminó siendo en formato virtual fracasó, y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández confirmó el paro de 24 horas decretado la semana pasada para este martes 6 de mayo, por lo que se estima que alrededor de trescientas líneas no cumplirán su servicio habitual de transporte de pasajeros.

Sin embargo, aún genera incógnitas el cumplimiento efectivo de la medida, ya que no todo funciona de manera orgánica entre los cuerpos de delegados sindicales y desde DOTA se garantizó que las cerca de ochenta líneas que pertenecen a esta empresa, cumplirán su jornada laboral, argumentando entre otras cuestiones que sus empleados no están afiliados a la UTA, por lo que no tienen razón para acatar esta medida de fuerza.

Con un paro por 24 horas, los metalúrgicos dan el primer paso de su plan de lucha escalonado por mejoras salariales

Paralelamente, también está en duda el volumen del acatamiento, ya que hasta aquí el sindicato mayoritariamente encontró la forma de acordar con las cámaras la prolongación de la conciliación obligatoria, buscando de manera conjunta, lograr que el gobierno incremente el presupuesto que mantiene el funcionamiento del servicio, con un subsidio estatal actual superior al 60%, pero que supo ser de cerca del 90% en otras gestiones administrativas nacionales.

Gran parte de ese dinero se destina para el mantenimiento de las unidades, hoy por cierto retrasado, y para abonar salarios con una actualización también muy demorada, por lo que las patronales tienen reclamos similares a la fuerza laboral para continuar funcionando.

En este sentido, mientras el gremio solicitaba un ingreso básico de $ 1.700.000.-, las cámaras proponían llevarlo por debajo del millón trescientos mil, ofreciendo sumas fijas de mayo a julio por un total de $ 160 mil divido en tres cuotas que la UTA rechazó.

Las empresas buscaban asimismo, ganar tiempo para presionar por los subsidios, pero esta vez el accionar de la pata estatal, en el debut de Luis Pierrini en reemplazo de Franco Mogetta -quien dejó su cargo de manera reciente-, no tuvo suficiente margen de maniobra para acercar las partes, y la UTA se suma así a los sindicatos que van al plan de lucha, luego de varios acuerdos sobre el gong, y ejercer “ausencia con aviso”, en el último paro general decretado por la CGT.