Aunque desde el oficialismo insisten con el discurso de la recuperación económica y el aumento del salario, los datos de la economía nacional confirman una tendencia absolutamente opuesta. En base a información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) confirmó una nueva caída en el empleo del sector privado, que perdió 8842 puestos laborales en el mes de enero.
Así, la leve recuperación en términos de empleo que se había registrado a partir de agosto del año pasado, en la que los funcionarios del Gobierno de Javier Milei buscaban apoyarse para decretar el fin de la recesión que marcó a la gestión libertaria desde su inicio, se terminó con el inicio del nuevo año.
Más del 40% de los trabajadores del país se desempeñan en condiciones de informalidad laboral
Como en otras mediciones previas, los datos brindados por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social confirman que el único sector que mostró un leve crecimiento en la última etapa fue el del monotributista (que sumó 38714 aportantes), sin que esta creación de empleo precarizado alcance a compensar la caída global del trabajo asalariado (tanto en la esfera privada como en la de la administración pública).
Otro dato relevante tiene que ver con el aumento de la informalidad laboral en el mercado local, donde el 42% de los empleos (unos 5,7% millones de argentinos) son precarios, con trabajadores que no cuentan con coberturas médicas, aportes jubilatorios u otros derechos vinculados con un trabajo estable, como lo confirman recientes datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).