Más allá del relato oficial y de las promesas del Gobierno de Javier Milei en torno a la mejoría económica y un 2025 de mayor recuperación, diversos sectores de la industria aportan día a día datos que refutan esas afirmaciones. En las últimas horas la histórica papelera Morvillo anunció el cierre de su planta en la localidad de Avellaneda, lo que implica el despido de cerca de 500 trabajadores. En ese marco, la cartera laboral bonaerense dictó una conciliación obligatoria y la Federación Gráfica Bonaerense resolvió una ocupación pacífica de las instalaciones de la empresa, en defensa de los puestos de trabajo.
Morvillo, fabricante de papel y folletería fundada en 1974, confirmó el cierre de planta “a partir del primer turno del 26/2”, justificando su decisión por el desplome de 63% de su producción, motivado por el abrupto descenso del consumo en el mercado interno que implicó la caída de clientes importantes, la escalada de precios de los insumos y la exigencia de pago anticipado del papel, todos factores que se agudizaron desde la asunción del nuevo gobierno nacional y desataron la crisis terminal de la empresa.
“Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”, manifestaron los trabajadores, que en asamblea resolvieron “una permanencia indefinida contra el anuncio de cierre de la planta”. En ese marco, llamaron “a todo el movimiento obrero, y en primer lugar el gremio gráfico, a rodear de solidaridad activa esta lucha”.
Ante ese llamado, la Federación Gráfica resolvió acompañar la “ocupación pacífica” de las instalaciones de Morvillo para proteger los puestos de trabajo ante lo que definieron como un “lock out patronal”. Además, el gremio encabezado por Héctor Amichetti convocó a un plenario de delegados para este viernes 28 de febrero.
En ese contexto, el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires dictó una conciliación obligatoria para frenar los cientos de despidos anunciados y abrir una mesa de negociación entre las partes.