Enmarcado en una cuestión de presupuesto y en continuidad con el plan de la actual administración nacional que encabeza Milei, de instrumentar un Estado menos involucrado con dar respuestas a las necesidades básicas en salud, educación, bienestar social y vivienda, el gobierno anunció, a través del titular del área del ministro Mario Lugones, un nuevo recorte de personal, que incluye la no renovación de 1400 contratos laborales.
En este sentido, se planteó también un nuevo contrapunto con la misma cartera de la Provincia de Buenos Aires que representa Nicolás Kreplak, quien advirtió del riesgo que implica el cierre de ¨áreas que se encargan de enfrentar las epidemias¨.
De hecho, según denuncias de la gobernación bonaerense y la protesta de los gremios que representan a estos trabajadores afectados, desde Nación se ordenó la baja de las direcciones de Géneros y Diversidad; de Recursos Físicos; de municipios y comunidades saludables; de Investigación en Salud; de Interoperabilidad, Estándares y Desarrollo; de Integración del sistema de Salud; de Equipamiento Médico y de Arquitectura Sanitaria; de Salud Familiar; de Asistencia Directa por Situaciones Especiales; de Uso Apropiado De Antimicrobianos; de Zoonosis; de Tuberculosis y Lepra; de Hepatitis Virales; de Integración de Información Sanitaria, y de Vigilancia Epidemiológica por Laboratorios.
Desde el propio Poder Ejecutivo se oficializó que el cese de estos casi 1500 contratos de trabajo, incluyen, al propio Ministerio de Salud, al PAMI, a los hospitales Español, Bonaparte, Posadas, Favaloro, junto al Instituto Nacional del Cáncer, la Superintendencia de Servicios de Salud, el Sedronar y el Malbrán, entre otros nosocomios.
Paralelamente, el oficialismo justifica este accionar destacando “la optimización de los recursos humanos del Ministerio de Salud de la Nación, organismos descentralizados y hospitales nacionales¨, defendiendo este plan de reducción a fin de ¨garantizar la transparencia en la gestión, apuntando a la ¨eficientización de los recursos¨.
