La inflación volvió a subir en diciembre y el Gobierno apuesta a fijar techos salariales para controlarla

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirmó que en diciembre volvió a subir hasta un 2,7%, aumentando tres décimas respecto del mes previo, redondeando así un 117,8% en 2024. El aumento en el índice de precios implica también un agravamiento en los índices de pobreza y de indigencia, que volvieron a incrementarse significativamente. Para garantizar una continuidad en 2025, el Gobierno seguirá apostando por el ancla salarial y la no homologación de paritarias por encima del 1,5%.

Más allá de que la cifra total del primer año completo de gestión de Javier Milei se encuentra dentro de las previsiones oficiales, que logró una marca mucho menor que el 211,4% del año previo, el índice de diciembre marca un quiebre con la dinámica decreciente de los últimos meses y prende una luz de alerta respecto del relato oficial de una dinámica inflacionaria absolutamente dominada.

Especialmente porque la suba en el último mes del año, como vino sucediendo también en los meses previos, respondió sobre todo a los aumentos en los servicios, regulados desde el Gobierno. Así, el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles fue el que registró un mayor incremento en diciembre (5,3%), seguido por Comunicación (5,0%, gracias a las subas de los servicios de telefonía e internet) y Restaurantes y hoteles (4,6%, una variación típicamente estacional por el movimiento de fin de año y las vacaciones). Alimentos y bebidas no alcohólicas, la división de más incidencia en el índice general, se ubicó por debajo del promedio, con 2,2%.

La dinámica anual también reflejó el impacto de las decisiones oficiales de dar vía libre a los tarifazos de servicios, que se incrementaron muy por encima del promedio inflacionario general. Así, Servicios registró una suba de 189% en 2024, casi el doble de Bienes, que marcó 96,3%. Dentro del rubro Servicios, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó 248,2%, Comunicación 186,4%; Educación 169,4%; y Transporte 137,8%.

Con los datos de diciembre, una familia tipo necesitó ingresos de $1.024.435 para no ser pobre y $449.314 para no ser indigente, según el valor calculado de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), respectivamente. La CBT subió un 2,3% en diciembre y un 106,6% en el año, y la CBA un 2,3% y 86,7%, en los mismos períodos. El nivel de ingresos que marca el límite de la pobreza aparece como casi inalcanzable para la mayoría de los salarios que, como reconoció el propio Milei hace pocas semanas, promedia 400 mil pesos.

Los objetivos oficiales de inflación para este año se ubican entre 18% y 20%, lo que implica un promedio mensual de 1,4%. Para acercarse a esos objetivos, el Gobierno busca seguir utilizando al salario como ancla, por lo que reforzaría la orden a la Secretaría de Trabajo de no homologar acuerdos salariales que superen esas cotas mensuales.